El pleno de la sala penal de la Audiencia Nacional decidió ayer que las diferencias entre los jueces de instrucción deben ser resueltas por el juez decano. Los magistrados se reunieron después de que Juan del Olmo se negara a enviar a su colega Baltasar Garzón la petición que le realizó la jueza Laurence Le Vert sobre una quincena de teléfonos tras la detención del supuesto negociador de ETA con el Gobierno, Jon Iurrebaso y su guardaespaldas, Kepa Suárez, el 29 de marzo.

La sala acordó que las discrepancias entre los juzgados deben ser resueltas por el juez decano y que sus decisiones pueden recurrirse ante el Consejo General del Poder Judicial. Los magistrados no entraron a examinar el fondo de este asunto, ya que Del Olmo cumplimentó la petición de su colega francesa el pasado miércoles. Ese día remitió a Le Vert una relación de casi 200 personas que han podido tener contacto con los teléfonos que investiga la justicia francesa. Sin embargo, Del Olmo aún no ha decidido si enviará a Garzón la causa que investiga la falsificación de placas de matrícula, el robo de coches y falsedad documental que este abrió tras esos arrestos.