En el juicio de Arnaldo Otegi hubo mucha tensión. Incluso, de carácter personal. La presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Angeles Pedraza, llegó a decir que se había sentido "agredida y amenazada" por las palabras que le había dedicado la socialista Rafaela Romero, a la sazón esposa de Jesús Eguiguren, quien le había recriminado su actitud mientras su marido declaraba como testigo en la Audiencia Nacional. Los socialistas vascos se vieron obligados a difundir un comunicado en el que reiteraban su apoyo a las víctimas del terrorismo, al tiempo que enfatizaban y defendían la trayectoria "intachable" del matrimonio Eguiguren.

Además, el PSE hizo hincapié en que conoce, "de primera mano", lo que es ser víctima de la violencia porque, "tristemente, en todos estos años" ha perdido "muchos compañeros, amigos y familiares".

INTERFERENCIAS Romero se trasladó ayer hasta la Audiencia Nacional para acompañar a su marido --que era testigo-- y se sentó entre el público que asistía a la vista. Al término de la declaración de Eguiguren pasó al lado de Pedraza y se quejó ante ella de que hubiera interferido "constantemente" en la declaración de su esposo, según los socialistas.

Sin embargo, la explicación ofrecida por la presidenta de la AVT es totalmente diferente. Pedraza contó a los periodistas, al terminar Eguiguren su intervención y cuando este todavía se encontraba en la Audiencia Nacional, que Romero le había espetado "con cara de amenaza": "El día que nos maten no lloréis por nosotros", después de darle, dijo, un golpe en el brazo. Pedraza asevera que le replicó: "A nosotros ya nos habéis matado". Su comentario provocó la intervención de un inspector de policía.