Seis encapuchados armados con pistolas asaltaron la noche del viernes en Francia una fábrica de fertilizantes cerca de Poitiers (en el centro-oeste del país), y se apoderaron de unos 4.000 kilos de clorato sódico. Las policías francesa y española atribuyen el asalto a ETA.

El clorato sódico, convertido en cloratita, es el material empleado por ETA en los últimos tiempos para fabricar explosivos.

Inmediatamente saltaron las alarmas en los ministerios del Interior francés y español. Los responsables de la lucha antiterrorista de ambos países han ordenado una investigación para identificar a los autores y recuperar el material robado.

Fuentes de la lucha antiterrorista española y francesa señalaron que todos los indicios apuntan a ETA. Por el método que han empleado y por las características del material robado.

La organización etarra ha utilizado el clorato sódico mezclado con azufre y azúcar --este último, para absorber la humedad-- en sus últimos atentados. Esa era la composición de la última bomba que colocaron el 27 de febrero en Villajoyosa (Alicante). También, el 29 de marzo pasado la policía halló un zulo en Cabañas (Burgos) con diez bolsas que contenían ocho kilos de clorato sódico y uno de azufre.

AMORDAZARON AL GUARDA Los seis encapuchados llegaron sobre las diez de la noche del viernes a la fábrica Quadripack, situada en la avenida Grottes de Passelourdain, en la localidad de Sant Benoit (al sur de Poitiers). Se bajaron de dos vehículos y sorprendieron al vigilante de una firma de seguridad privada. Parece ser que iban armados. Tras atar y amordazar al guarda, cargaron el clorato sódico en dos furgonetas --probablemente robadas-- y se dieron a la fuga.

La factoría pertenece a la firma Quadrimex. Se trata de una empresa química con una actividad diversificada que abarca desde la producción de abonos hasta la construcción de equipos de descontaminación nuclear. En las instalaciones asaltadas se empaquetaban y embalaban diversos productos para la agricultura y la jardinería, así como aerosoles y otras sustancias.

El vigilante no pudo dar la alarma hasta varias horas después, cuando logró desasirse de las ataduras y quitarse la mordaza. Según las primeras informaciones basadas en el testimonio de éste, los asaltantes se comunicaron por señas, pero alguno de ellos dijo algo en francés con acento español, lo que avalaría la sospecha de que eran activistas de ETA.

INVESTIGACION El hecho de que las autoridades francesas hayan encargado la investigación del robo a la División Nacional Antiterrorista (DNAF), en vez de a los servicios ordinarios de la Policía Judicial, avala la hipótesis de que los asaltantes eran terroristas, y no delincuentes comunes.

La forma de actuar de los asaltantes es bastante similar a la que empleó ETA en septiembre de 1999 para robar un polvorín en Plevin (Bretaña) y, meses después, en marzo del 2001, para asaltar unas instalaciones en Grenoble. En ambas operaciones, sendos comandos, compuestos por ocho etarras cada uno, sorprendieron a los guardas y se apoderaron de más de nueve toneladas de dinamita Titadyne.

Las autoridades españolas reprocharon entonces a Francia el escaso celo en la custodia de los explosivos y pusieron de ejemplo el riguroso reglamento español, que luego quedaría en evidencia a raíz del 11-M.