La policía ha encontrado centenares de huellas dactilares en la casa de Chinchón (Madrid) donde los terroristas prepararon las bombas con las que perpetraron la masacre de Madrid. Los investigadores trabajan a marchas forzadas para cotejarlas con las de los 20 detenidos hasta el momento. Aunque algunas fuentes policiales aseguraron durante todo el día de ayer que las huellas de dos de los apresados, Jamal Zugam y el químico Abderrahim Zbakh, estaban en la vivienda, altos cargos de la lucha antiterrorista advirtieron anoche, al cierre de esta edición, de que los técnicos de la policía aún no habían podido identificar ninguna de las huellas encontradas en la casa de Chinchón.

Los agentes encontraron en el interior de un cobertizo de la finca un pequeño zulo de ladrillos en el que los terroristas guardaron, entre otras cosas, parte de la metralla utilizada en los explosivos. Los investigadores encontraron allí restos de tornillos oxidados, los mismos que fueron hallados en la mochila que no llegó a explotar y en los vagones de los trenes asaltados.

Los investigadores entraron en la finca, aislada en mitad de unos campos de cultivo, el viernes por la tarde. En el interior, encontraron restos de detonadores quemados, idénticos a los que la policía halló en la mochila que no llegó a explotar y de la misma marca que los encontrados en la furgoneta utilizada por los terroristas para llegar hasta la estación de tren de Alcalá de Henares. También hallaron restos de explosivo goma 2 Eco.

El registro duró hasta ayer por la mañana. En el interior de la finca, los investigadores se centraron en un pequeño chamizo de obra de los que se utilizan para que cobijar animales de granja. El cobertizo había sido forrado recientemente con cartones y aislado de la lluvia con plásticos. Bajo un montón de ramas secas hallaron un pequeño zulo. Fuentes de la investigación indicaron que los terroristas manipularon los explosivos en ese cobertizo.

Los agentes también hallaron una motocicleta de gran cilindrada junto a tres bicicletas en uno de los porches de la casa. La finca está a sólo media hora en coche de la estación de Alcalá.