La policía francesa cifra en unos 500 los activistas que tenía ETA en la década de los noventa, tanto clandestinos como legales, repartidos entre Francia y España, según detalló Laurent Hury, responsable de la unidad vasca de la sección antiterrorista de la policía judicial francesa. Hury dijo esto al testificar ayer en un tribunal de París en el juicio contra Ibon Fernández Iradi, alias Susper , acusado de pertenencia a banda armada e intento de homicidio de un gendarme en el 2001. El responsable antiterrorista describió ante los magistrados la estructura de ETA en el 2002.