El diario francés Libération publica hoy detalles de una presunta operación llevada a cabo en el 2002 en España por agentes secretos galos, que fueron detenidos, miembros de una unidad especial que transportaban un "arma de guerra".

Los dos agentes fueron puestos en libertad seis meses después de su detención cerca de Manresa (Bages) tras la intervención del general Philippe Rondot, cuenta el diario, que relata que la policía española les había sorprendido cuando hacían un "transporte clandestino" de un "arma de guerra de largo alcance con mira telescópica".

PRESIONES DE LA JERARQUÍA JUDICIAL ESPAÑOLA

El diario cita al exfiscal jefe de Catalunya, José María Mena, quien asegura que recibió "presiones oficiales" por parte de la "jerarquía judicial española" y que recibió a "una persona" que se presentó como general del Ejército francés, quien le dio "garantía oficial" de que los detenidos eran funcionarios franceses.

Mena cuenta que ambos fueron puestos en libertad después de esa mediación del general francés, pero Libération relata que el proceso judicial continuó y que se celebró una audiencia en enero de 2004, a la que no comparecieron los agentes galos ni el general francés.

LICENCIA PARA MATAR

La fuente señala que los agentes pertenecían a una unidad especial denominada Alpha, encargada de ejecutar operaciones que se conocen como Homo y que, entre sus atribuciones, está la de matar a personas.

Estas operaciones sólo se dirigen contra personas que no tengan nacionalidad francesa y el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, tiene la facultad de ordenar ejecuciones a las unidades Alpha, según declara en Libération un "antiguo dirigente de los servicios secretos" al que no identifica.