La detención de los presuntos responsables del aparato logístico de ETA en Francia está permitiendo a la policía acabar con la extensa red de zulos en los que la organización almacenaba el arsenal utilizado en sus atentados. Ayer fueron localizados cuatro más, con lo que la cifra total se eleva ya a siete. En tres de los escondites se encontraron 338 kilos de explosivos que se suman a los 112 hallados el miércoles y a los 10 del jueves. Se hallaron también seis bombas lapas, una de las cuales disponía de un temporizador que permitía programar su explosión con "una gran antelación" y que podría ser similar a los que la policía cree que fueron utilizados en los atentados de Palma de Mallorca. Esta antelación es la que habría permitido a los etarras colocar las bombas con el tiempo suficiente para abandonar la isla.

EN EL SURESTE Los gendarmes franceses y los agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional abrieron dos de los escondites ayer por la mañana. Uno estaba situado en la comuna de Ferrals-les-Montagnes y el otro en Plaussenus, dos localidades situadas en el sureste del país. La policía accedió unas horas después al tercer zulo, en Minerve, y está previsto que pueda abrir hoy el cuarto.

En uno de los escondites se localizó una bomba lapa que ya estaba "preparada y lista para atentar", según fuentes de la investigación. En el otro zulo se encontraron 15 pistolas procedentes de un robo de armas cometido en octubre del 2006 en la localidad de Vaubert. También apareció cordón detonante y otros materiales aptos para la fabricación de explosivos.

La operación se mantiene abierta y las fuentes consultadas no descartan que aparezcan nuevos escondites en las próximas horas. El seguimiento efectuado a los terroristas en las tres semanas anteriores a su detención y la información contenida en sus ordenadores han proporcionado los datos necesarios para localizar la red de zulos.

TRASLADO DE LOS DETENIDOS Los presuntos etarras detenidos el pasado miércoles, Alberto Machaín, Andoni Sarasola y Aitzol Etxaburu, abandonaron ayer las dependencias policiales de Lyón y fueron trasladados a París, donde pasaron a disposición judicial. Los tres suministraban armas, municiones y explosivos a los comandos de ETA. En su domicilio, las fuerzas de seguridad encontraron cuatro revólveres, 42 detonadores industriales y una veintena de fiambreras "preparadas para explotar", además de material informático. En uno de los zulos hallados el jueves la policía encontró material para montar decenas de bombas.