Unos niños observando el agujero en la arena era ayer el único rescoldo del atentado provocado por ETA en pleno paseo marítimo de Torremolinos (Málaga) en la madrugada del martes. Horas antes, un chatarrero encontró en una cantera una mochila con una pistola y material para preparar explosivos que, según fuentes antiterroristas, estaría destinado a una entrega a un comando.

El artefacto que estalló en el paseo marítimo contenía tan solo un kilo de explosivo, lo que hace sospechar que los terroristas podrían estar probando la capacidad de respuesta de la policía en Andalucía. De hecho, la documentación incautada al desarticulado complejo Vizcaya apunta a que ETA quería incluir a esta comunidad en su campaña de verano . Y tanto el atentado como el material encontrado evidencian que la banda dispone de pistoleros desplazados hasta la zona. No obstante, y pese a la captura de uno de los miembros del Vizcaya en la cercana localidad de Fuengirola, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, descartó que ETA cuente con infraestructura "estable" en Andalucía.

MOCHILA PREPARADA Respecto a la mochila descubierta a tres kilómetros de la explosión, contenía una pistola similar a la intervenida a Arkaitz Goikoetxea hace una semana --ambas robadas en Francia--, así como detonadores, un temporizador, varias carteras y diversas notas en euskera. La presencia de dos cargadores de nueve milímetros Parabellum lleva a la policía a sospechar que podría ser utilizada para un atentado.

Mientras tanto, Torremolinos recuperaba la normalidad tras el sobresalto, que muchos vecinos atribuyeron primero a una bombona de gas. El artefacto, colocado bajo un puente peatonal, se oyó a tres kilómetros y no causó daños materiales, aunque provocó un agujero de un metro de diámetro y 40 centímetros de profundidad. Solo un turista de 16 años requirió atención médica en un oído.

La última acción de ETA fue condenada por todas las fuerzas políticas. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió a los terroristas de que "si no cejan en la violencia, serán detenidos, juzgados y encarcelados". El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, lanzó, por su parte, un mensaje de "tranquilidad y serenidad" a la población porque, según dijo, las fuerzas de seguridad del Estado están "cumpliendo con su cometido". Desde Euskadi, el presidente de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, auguró una campaña de atentados "más allá de la habitual de verano de otras ocasiones" y pidió al Gobierno que "recapacite" sobre sus cambios tácticos, y vuelva a posiciones "de diálogo".