El líder del PP, Mariano Rajoy, no es en estos momentos el político más popular entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Las declaraciones en las que el pasado jueves calificó de "milagroso" que la policía sea eficaz contra ETA y que conserve "su capacidad operativa en medio de la confusión" en la lucha antiterrorista que, dijo, ha generado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, encendieron a los principales sindicatos policiales y motivaron también una dura réplica por parte del Ejecutivo.

Los comentarios de Rajoy llegaron después de que varias operaciones policiales hayan dado como resultado 13 detenciones desde el final de la tregua. Entre quienes los rechazaron se encuentran el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la Asociación Independiente de la Guardia Civil (ASIGC) y la Confederación Española de Policía (CEP), que agrupan a más de la mitad de los agentes de los dos cuerpos, que suman 120.000 personas.

LAS MISMAS PAUTAS Por parte de la AUGC, Juan Antonio Delgado advirtió a Rajoy de que la Guardia Civil "nunca ha estado en tregua", como tampoco lo estuvieron los jueces, agregó. Delgado afirmó que la Guardia Civil no ha recibido "ni antes ni ahora" órdenes del Gobierno para modificar las pautas habituales de la actuación antiterrorista. Delgado consideró que las declaraciones de Rajoy forman parte de la estrategia de confrontación política que viene desplegando el PP. "Nosotros vamos a seguir trabajando para que los terroristas estén donde tienen que estar: entre rejas", subrayó Delgado.

El portavoz del SUP, Maximiliano Correal, reclamó a Rajoy que deje a las fuerzas de seguridad del Estado al margen de su "guerra de trincheras". Correal admitió que antes quizás pudo existir falta de personal, "precisamente en la época de Rajoy como ministro del Interior". Ahora, prosiguió, hay personal y faltan medios, pero negó que haya habido nunca "confusión" sobre la lucha antiterrorista. "En lugar de felicitarnos, lo que ha hecho es utilizarnos", dijo.

En un tono similar se pronunció el secretario general de la ASIGC, Francisco Javier Zurdo, quien acusó al líder del PP de "distorsionar" la labor de la policía y la Guardia Civil en la lucha contra ETA. Incluso la CEP, de tendencia conservadora, afeó a Rajoy sus comentarios. Su máximo dirigente, Ignacio López, sí aseguró que hubo cierta confusión entre las fuerzas de seguridad durante el alto el fuego de la banda terrorista, pero admitió que ya no es así y atribuyó a "la eficiencia" policial las últimas detenciones.

AZNAR, "TRAIDOR" La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, replicó con dureza a Rajoy. Tras la reunión del Consejo de Ministros, le acusó de "ofender" a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y consideró "una ruindad" y "una bajeza" que atribuya a un milagro las detenciones de etarras. "No hay milagros", dijo, en el combate contra el terrorismo.

De la Vega también cargó contra el expresidente José María Aznar por acusar al Gobierno de Zapatero de traicionar el espíritu de Ermua, localidad de la que era concejal el asesinado por ETA Miguel Angel Blanco. La vicepresidenta del Ejecutivo afirmó que "por norma" los expresidentes merecen respeto, pero agregó que, a veces, "cuesta mucho tenerlo". Y remachó: "Sobre todo, cuando quien habla de traición es quien traicionó la voluntad de los españoles metiendo a España en una guerra ilegal e injusta", por la de Irak. La vicepresidenta reivindicó lo que considera "el verdadero espíritu de Ermua": la unidad de los demócratas frente al terrorismo sin utilización de las discrepancias en el debate político.