Unos bajos de la calle de Sant Francesc número 20, en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) eran la base de una célula islamista que mandó terroristas suicidas a Irak. Fuentes de la lucha antiterrorista sostienen que el grupo estaba relacionado también con el atentado del 11-M en Madrid, que causó 192 muertos.

En el dispositivo policial, en el que participaron 500 agentes, fueron detenidos 16 supuestos terroristas, cinco en Cataluña, tres en Madrid y otros ocho en distintos puntos de España (Valencia, Andalucía y Ceuta). Los agentes efectuaron 22 registros domiciliarios en los que obtuvieron pruebas documentales, pero no encontraron ni armas ni explosivos. La mayoría tenían antecedentes policiales por robos o tráfico de drogas, una constante en el historial de decenas de detenidos en otras operaciones antiislamistas, ya que estos grupos utilizan los beneficios para financiar a Al Qaeda. Otras 11 personas quedaron en libertad en distintas localidades, porque sólo compartían vivienda o eran conocidos de los apresados.

Eran casi las cuatro de la madrugada cuando agentes de los GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad) efectuaron dos disparos contra la puerta de entrada de la vivienda de Santa Coloma. Unos segundos más tarde, los dos principales sospechosos eran encañonados mientras dormían y, después, esposados.

DETENCION CLAVE Uno de los detenidos es el marroquí Samir Tahtah, de 38 años, presunto jefe de una célula de la organización Ansar Al Islam, controlada por el jordano Abú Musab al Zarqaui, líder de Al Qaeda en Irak. Según la policía, Tahtah era el máximo responsable de la red de reclutamiento y envío de muyahidines para el hombre de Al Qaeda en Irak, así como del adiestramiento de terroristas suicidas. Los expertos antiterroristas consideran que Tahtah era el coordinador mundial de los responsables de la red terrorista de Osama bin Laden.

El otro hombre importante detenido en el mismo piso es Mohamed Larbi ben Sellam, de la misma edad y también marroquí, a quien la policía acusa de participar en el 11-M. La Audiencia Nacional ordenó la busca y captura de Larbi ben Sellam al ser informada por la policía de que había adquirido un teléfono en un centro comercial de Madrid que entregó a un hombre llamado Ahmed Afalah, padre de Mohamed Afalah, el terrorista que logró huir el 3 de abril del 2004 del piso de Leganés donde se suicidaron siete terroristas y murió un agente de policía, tras los atentados de Madrid.

La policía cree que Afalah hijo murió en un atentado suicida en Irak entre los pasados días 12 y 19 de mayo, país al que habría llegado, tras unas semanas en Bélgica, gracias a la ayuda de la célula de Santa Coloma.

HUELLAS EN LEGANES En la compra del móvil intervino otro magrebí residente en Santa Coloma, conocido como Driss el Gordo , cuya identidad se investiga. También está involucrado un vecino de Sabadell (Barcelona) llamado Hassan El Amrani. Driss y El Amrani figuran entre los 16 detenidos de ayer.

Otra conexión de los terroristas asentados en Cataluña con el 11-M la ha aportado la policía científica. Fuentes policiales sostienen que las huellas de Ben Sellam, conocido como Abu Zubair, aparecieron en un libro encontrado en el piso de Leganés.

Las dos grandes operaciones policiales en marcha desde hace meses, denominadas Tigris y Sello, confluyeran ayer en una pequeña vivienda de Santa Coloma. A Tahtah le detuvieron por una causa que instruye el juzgado número cinco de la Audiencia Nacional, por reclutar terroristas para Irak, y a Larbi ben Sellam por una orden del juzgado número seis de la misma Audiencia, por su colaboración con los terroristas de Madrid.

Muy cerca del piso franco de Santa Coloma, la policía reventó un ático para detener a Fouad Dkikar, también de 38 años y marroquí. Los investigadores acusan al activista de "reclutar, seleccionar, financiar y enviar muyahidines a Irak".

En la misma operación Tigris, la policía detuvo en la calle de Calders, número 5 de Barcelona, al argelino Yagoub Guemereb, de 28 años, especializado en robos de pisos. La policía lo acusa de captar adeptos para la yihad islámica. También en Barcelona, en la calle Guardia, 14, fue detenido otro presunto integrante del grupo, Mustafá Filali, quien perpetraba robos con intimidación para mantener a la célula.

La quinta detención fue la de Abadelbaire Dahane, en Vilafranca del Penedés (Tarragona). A este activista, que se ocupaba de las finanzas del grupo, la policía le atribuye un papel de enlace con dirigentes de Al Qaeda. Los investigadores tienen datos de que hizo varias transferencias a la red de Bin Laden.

OTROS ARRESTOS El resto de los detenidos ayer, fuera de Cataluña, eran considerados por la policía como menos relevantes. En Madrid, fueron arrestados Omar Boulaich, Mustafá Roumane y Ahmed Assas, que delinquían para financiar a la red. Los hermanos Tarek y Latif Hamed Hamu fueron apresados en Algeciras y El Puerto de Santa María, respectivamente, por facilitar documentos a los terroristas. En Valencia fue detenido Faruk Abidi por financiar a la red mediante actos delictivos.