Un agente del Cuerpo Nacional de Policía ha recorrido esta tarde varios kilómetros con una bomba lapa colocada bajo el coche de su propiedad sin que el artefacto hiciera explosión. El fallido atentado de ETA se produce varias horas después de que se conociera que el Tribunal Supremo había acordado la ilegalización de ANV.La bomba, que ha sido localizada sobre las 15.30 horas cuando el agente se disponía a entrar en el acuartelamiento de Basauri, contenía un kilo de cloratita, según han informado fuentes policiales. Especialistas del Tedax han conseguido desactivar el artefacto sobre las siete de la tarde sin que se registraran víctimas ni daños materiales.Cuartel de BasauriAl parecer, el agente, destinado en la Comisaría de Bilbao desde hace varios años, se había trasladado al barrio de Zorroza a la hora del almuerzo y después de comer ha cogido el coche para dirigirse al acuartelamiento que el Cuerpo Nacional de Policía tiene en la localidad vizcaína de Basauri.El policía ha recorrido unos 10 kilómetros sin que el artefacto haya explotado, a pesar de que tenía un dispositivo que debía activar la bomba con el movimiento del coche. De hecho, el artefacto no ha estallado debido a un fallo en el sistema de activación por movimiento.Cordón de seguridadAl llegar al cuartel, el servicio de seguridad ha inspeccionado los bajos del vehículo con un espejo, como se hace de manera rutinaria con todos los vehículos que entran en el recinto policial. Esa inspección ha permitido detectar que, adosado en los bajos del vehículo, había un paquete y que se trataba de una bomba lapa.Tras ser alertados de la existencia de la bomba, los técnicos en desactivación de explosivos han procedido a neutralizar el artefacto adoptando diversas medidas de seguridad para evitar una activación accidental del artefacto. En las inmediaciones del cuartel de Basauri se ha instalado un cordón de seguridad en prevención de que pudiera producirse una explosión de la bomba. El cordón se ha mantenido hasta que, pasadas las siete de la tarde, los trabajos de desactivación han finalizado con éxito.Sin estallarNo es la primera vez que una bomba lapa colocada bajo el automóvil de la víctima no estalla y el conductor circula varios kilómetros sin que se produzca la explosión. El caso más espectacular fue el del policía nacional Juan Pedro González Manzano, al que un comando de ETA le colocó un artefacto bajo su vehículo cuando este se encontraba estacionado en Basauri, el 29 de septiembre de 1989. El agente circuló con su coche hasta unas dependencias de la policía en Irún donde se produjo la explosión de la bomba causando la muerte de su conductor.