El PP amenazó ayer con limitar la colaboración con el Gobierno del PSOE al pacto antiterrorista y "a la necesaria para el normal funcionamiento de las instituciones" si no rectifica las acusaciones del ministro de Exteriores de que José María Aznar apoyó en el 2002 el golpe de Estado contra el presidente venezolano Hugo Chávez.

El aviso lo lanzó el secretario general del PP, Angel Acebes, después de que el presidente del Gobierno arropara el miércoles a Miguel Angel Moratinos y rehusara entrar en el cuerpo a cuerpo con Mariano Rajoy. En esa sesión parlamentaria, la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, dejó claro que el Ejecutivo no se plantea en ningún momento que Moratinos pueda dejar su puesto en el Gabinete.

Pese al cierre de filas, un amplio sector del Gobierno reconoce en privado que las declaraciones del ministro fueron un error. Los populares no han dejado pasar la oportunidad y ayer demostraron que no piensan cerrar el capítulo tan fácilmente. Acebes argumentó que la decisión del PP de romper prácticamente toda relación con el Gobierno es consecuencia de un "hecho grave que supone una alteración del proceso democrático" y, aunque no fijó limite temporal para la rectificación "pública e institucional", avisó de que ésta debe producirse "de inmediato". "Cada hora que pasa sólo hará que perjudicar y poner peor las cosas", espetó.

LOS POPULARES OPINARAN La ruptura de la colaboración, de confirmarse, implicará que el PP no participará en negociaciones con el PSOE y se limitará a exponer sus opiniones en las instituciones. Rompe así una vieja tradición de colaboración entre el Gobierno y el principal partido de la oposición en política exterior. La decisión del PP supondrá que no habrá contactos para consensuar lemas o actos de la campaña para el referendo de la Constitución europea.

Cara a resolver la crisis, el PP juzga "insuficiente" la comparecencia de Moratinos en el Congreso prevista para el próximo miércoles, por lo que reclaman también la de Zapatero por ser el responsable de la "catastrófica" política internacional de España. El PP acusa a Zapatero de abandonar la defensa de los intereses nacionales y de crear "alarma social" con su "acercamiento a regímenes de dudosa reputación democrática".

La respuesta del PSOE corrió a cargo del portavoz del grupo parlamentario, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien preguntó a Acebes qué relaciones le quedan por romper con los socialistas si "no han dejado títere con cabeza" desde que están en la oposición. Rubalcaba puso como ejemplo que el PP ha "deslegitimado" el resultado electoral del 14-M, ha interferido en la política exterior e incluso, dijo, ha cuestionado la política antiterrorista.

Mientras, el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, insistió en que el Ejecutivo de Aznar se "involucró" directamente en el golpe de Estado y "felicitó" a los golpistas.