Por vez primera desde la traición de dos diputados del PSOE, ayer el PP rentabilizó políticamente la mayoría de la que accidentalmente disfruta en la Asamblea de Madrid. Lo hizo en la mesa y en la junta de portavoces, donde impuso su criterio a las fuerzas de la izquierda y, mediante un ardid legal, forzó los plazos para precipitar la repetición de las elecciones en Madrid, opción que el PSOE e IU se niegan aún a aceptar.

Pese a la oposición de IU y la abstención socialista, la presidenta de la Asamblea, Concepción Dancausa (PP), y la portavoz del Grupo Popular, Esperanza Aguirre, lograron que la mesa y la junta habilitaran un periodo de sesiones de sólo una semana de duración: desde ayer mismo y hasta el próximo martes.

Con esta treta, sin precedentes en anteriores legislaturas, el PP pretende salvar el escollo legal que, al impedir la convocatoria de elecciones en el primer periodo de sesiones --de septiembre a diciembre--, obligaría a posponer la cita electoral hasta el primer trimestre del 2004, siempre que no mediase un acuerdo entre las fuerzas políticas. Al recortar los plazos reglamentarios, el PP deja aún menos tiempo al socialista Rafael Simancas para intentar recuperar las actas de sus diputados díscolos, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, y, con ellas, la mayoría parlamentaria.

AMENAZAS DEL PP

"Nadie va a querer que haya elecciones en julio o en agosto, y por lo tanto lo lógico es que sean en otoño", alegó Aguirre, cuyo partido ha amenazado con presentarla como candidata a la investidura si el PSOE no acepta de inmediato la convocatoria electoral. Con todo, la dirigente popular ratificó que su prioridad es que los madrileños vuelvan a las urnas. "Si quisiera ser presidenta a cualquier precio nunca lo habría tenido tan fácil, pero no quiero serlo aprovechándome de dos señores que han sido desleales a su partido", aseguró Aguirre.

Los populares también acordaron celebrar en los próximos días un pleno de la Asamblea que elija a los miembros la Diputación Permanente, órgano que asumirá las funciones de la Cámara durante las vacaciones parlamentarias --a partir de julio-- y, eventualmente, durante el periodo electoral. De celebrarse esa sesión, desde la Diputación el Partido Popular podría nombrar a los delegados de la Asamblea de Madrid en la Caja de Ahorros de Madrid y la televisión autonómica.

"UN GOLPE INSTITUCIONAL"

Tanto Simancas como el líder de IU en Madrid, Fausto Fernández, atribuyeron la decisión de la mesa y la junta de portavoces a las "prisas" y el "ventajismo" del PP. El candidato del PSOE, que se abstuvo en la votación para "dar estabilidad" a la Asamblea, acusó a los populares de querer arrogarse en esta institución "la mayoría absoluta que no obtuvieron en las urnas". Fernández achacó al PP "un golpe institucional".