Las últimas revelaciones sobre el caso Gürtel no han hecho tambalear el apoyo del PP a sus dirigentes valencianos relacionados con la trama. Al contrario. Los responsables de todas las organizaciones provinciales del PP en la comunidad salieron ayer en defensa de Ricardo Costa, secretario de organización del partido en Valencia y uno de los protagonistas del informe policial que acusa al PP de financiarse ilegalmente.

Costa reiteró ayer que no se plantea dimitir porque no hay ninguna razón para ello, y negó que su partido cuestione su idoneidad para seguir al frente del mismo y pida su relevo. "Nadie me ha dicho nada. El único que puede cuestionar mi labor es el presidente, por ser quien ostenta el liderazgo del partido". Lo dijo tras presentar los resultados de una encuesta interna sobre intención de voto que abre una brecha de 22 puntos entre el PP y PSPV, con medio millón de votos más.

"A los dirigentes del PP no hace falta que nos digan cuándo tenemos que abandonar nuestras responsabilidades. Cuando se demuestre una irregularidad, ese dirigente automáticamente abandonará", dijo Costa, hombre de confianza de Francisco Camps. "Ricardo Costa ha levantado las iras de los que intentan articular una campaña contra la imagen del PP y de la comunidad", sentenció, por su parte, el vicepresidente del Gobierno valenciano, Gerardo Camps.

Los socialistas valencianos ironizaron sobre la encuesta del PP y le reclamaron que enseñe la muestra real y no "la que han pagado con fondos de la caja B", en alusión a la financiación ilegal del PP.

Por su parte, el informe policial ha desatado más peticiones de información. Así, el secretario general del Bloc, Enric Morera, anunció ayer que su formación pedirá investigar "a fondo" si las empresas del promotor Enrique Ortiz están vinculadas a la trama de financiación ilegal.