Al PP vasco no le gusta la política de acercamiento de presos de ETA que, en el último año, ha impulsado el Gobierno socialista. Pero a la dirección del partido que dirige Mariano Rajoy, sí. Al menos, así lo ha dado a entender su responsable de Interior, Federico Trillo, que ha admitido haber consensuado con el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba este asunto. No es la primera vez que hay roces entre el PP vasco y el central. Ya se produjeron cuando Rajoy, en la anterior legislatura, se reunió discretamente con el entonces líder del PNV, Josu Jon Imaz, sin informar a María San Gil.