Creo que fue en el 65 (el libro discutido era el de Carrillo ¿Después de Franco, qué? ) que M., un abogado que había tenido que salir de España, me dijo en Fráncfort: "Estoy contra la reconciliación nacional. Regresaré a España cuando haya democracia, iré a comisaría y denunciaré a quienes mataron a mi padre y a mi tío conocido escritor. ¿En qué democracia los asesinos quedan impunes?".

M. tenía razón, pero volvió a España y fue senador del PSOE. Y no denunció. Seguramente ya no vivían aquellos a los que 11 años antes quería perseguir. Pero si en el 77 hubiera habido denuncias por asesinato, la democracia se hubiera complicado. Por eso, las Cortes salidas del franquismo y erigidas en constituyentes votaron la ley de amnistía. Como había prescrito Carrillo 12 años antes. ¿Qué pasa ahora? ¿Por qué Garzón, haciendo ver que ignora si Franco murió, abre --aunque sea por pocas semanas-- una causa contra los generales golpistas? Primero, porque hay víctimas republicanas que lo piden. Tienen derecho. ¿O es que se pueden fabricar beatificaciones anuales de mártires --a las que van autoridades democráticas-- sin que las familias de los republicanos recuerden que durante muchos años todo era gloria para los vencedores e insultos para ellos? ¿No tienen derecho a ir a los tribunales?

Claro que sí. ¿Puede Garzón abrir el caso? Eso es otra cosa. Argumenta --como en el caso Pinochet -- que los crímenes contra la humanidad no prescriben y que las leyes penales internacionales están por encima de lo que la soberanía popular decidió en 1977 (la amnistía). En el 36 no había esas leyes penales. Pero, ¿es aceptable tolerar contra los generales chilenos e indignarse luego cuando se va contra Franco y Queipo de Llano? ¿Es competente Garzón y la Audiencia Nacional? Es aún más discutible, pero sabemos que Garzón es competente cuando quiere. Y que se sale utilizando relaciones incestuosas (y rupturas sonadas) con el poder y la prensa de Madrid. Y tiene gracia que los que tanto aplaudieron su acción contra la X del GAL --olvidando todos los GAL anteriores, los de Arias y Suárez-- se escandalicen hoy de su desenvoltura.

Parece que la causa no prosperará y desconfío de las motivaciones últimas del auto. Pero en la España de hoy hay demasiada gente que comercia con sentimientos: las víctimas del GAL (contra Felipe), las víctimas de ETA (contra Zapatero), los mártires de la guerra civil (contra los rojos ... Tienen derecho. Pero en este clima --lejano a aquel de reconciliación nacional del 77-- me reconforta que, aunque sea por pocas semanas, los hijos o los nietos de las víctimas republicanas tengan una satisfacción. Los otros, las tuvieron demasiados años.