Rafael Simancas dice que no gobernará con el apoyo de los traidores. Estos han manifestado por escrito que, de celebrarse la sesión de investidura, votarían al PSOE. Simancas precisa que, si ello sucede, lo que resulta harto improbable, pues su crédito es nulo, él como presidente convocará elecciones anticipadas.Esta postura es tan lúcida como digna. No se puede asumir la presidencia, bajo ningún concepto, gracias a los granujas, sea empleado este vocablo --por estricta cautela judicial-- en su primigenia acepción, aunque otras versiones se ajusten quizá más a la realidad descrita: "Uva (...) separada del racimo".La izquierda --ni el PSOE ni IU-- no debe gobernar así Madrid, salvo que los felones renuncien al escaño o los ciudadanos vuelvan a otorgarle su confianza. Demasiado daño han hecho ya a la democracia --los presuntos corruptos y los presuntos corruptores del ´ladrillo genovés´-- como para que presuman ahora de ser sus salvadores.