El PP admitió ayer que el Gobierno de José María Aznar envió policías y diplomáticos a la base de EEUU en Guantánamo en el 2002, y que estas visitas tuvieron lugar hasta tres veces.

No fue el líder del PP, Mariano Rajoy, quien confirmó las visitas a Guantánamo. Fue el portavoz de exteriores del partido, Gustavo de Arístegui, quien precisó que los enviados a la base solo perseguían identificar a presos españoles. De Arístegui negó que los policías "interrogaran" a presos, y calificó los contactos de "conversaciones". El diputado dijo que hasta ayer no conoció los datos y que, como fruto de las misiones, se determinó que solo había un preso español en Guantánamo, Hamed Abderramán.

En Cádiz, Rajoy aseguró que "no sabía ni una palabra" sobre el viaje de policías a Guantánamo, pese a que era ministro portavoz cuando tuvieron lugar. Lo único que conocía, aseguró, es que el Gobierno hizo gestiones para el regreso de Abderramán. Considera que quién debería rendir cuentas es el actual Ejecutivo.