Era un secreto a voces. Pero ha tenido que ser un senador popular sin pelos en la lengua, Agustín Conde, el que, casi sin querer, admitiera ayer que el PP no quiere que se renueve el Tribunal Constitucional (TC) hasta que sus actuales integrantes emitan la decisiva sentencia sobre el Estatuto de Cataluña.

Conde intervenía ante el ministro de Justicia en el Senado y, al manifestar en nombre del PP la voluntad de consenso con el Gobierno le espetó: "A ver si también en el Constitucional damos un buen paso y, cuando haya dictado la sentencia del Estatut de Cataluña, podemos iniciar conversaciones para renovarlo". El senador del PP por Toledo había demostrado minutos antes que es de los que no tienen pelos en la lengua, pues afirmó textualmente: "No nos tiene que vincular en modo alguno lo que alguna comunidad autónoma haya hecho en un Estatuto".

Queda ahora claro que los populares quieren retrasar la renovación del Constitucional. Intuyen que la actual composición de este tribunal puede ser favorable a las tesis contrarias al Estatut. El ministro Mariano Fernández Bermejo expresó su malestar con la estrategia del PP.