El PP no vivió su mejor semana entre el 7 y el 14 de octubre. El levantamiento parcial del secreto de sumario del caso Gürtel acababa de extender la sombra de la sospecha sobre diversas organizaciones territoriales del partido mientras en Valencia, epicentro del escándalo, se desataba una tormenta política que acabaría provocando la destitución (mal resuelta) del secretario general del partido en esa comunidad, Ricardo Costa. Y, sin embargo, en esos días, los españoles encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para el último barómetro trimestral dieron a los conservadores una ventaja de 3,3 puntos sobre los socialistas. La mayor desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la Moncloa.

El primer vuelco en la relación de fuerzas entre los dos principales partidos españoles se había producido en el anterior barómetro del CIS, publicado en julio, pero en aquel momento la ventaja de los populares era apenas de 1,2 puntos, un diferencia exigua que el margen de error de la encuesta acababa convirtiendo en un empate técnico. Pero la tendencia estaba clara, y el último sondeo la consolida.

El PP consigue una estimación de voto del 41%, su mejor resultado desde la etapa de José María Aznar, mientras que el PSOE cae hasta el 37,7%, lo que supone su peor registro desde que gobierna Zapatero. Por detrás de los dos grandes partidos se sitúan IU-ICV (4,7% de los votos), CiU (que gana tres décimas y alcanza el 3,7%), el partido de Rosa Díez UPD (que empata con CiU gracias a una subida de medio punto), ERC (1,5%) y PNV (1,3%).

POCA CONFIANZA La pérdida de apoyo electoral del PSOE va de la mano de la caída en la confianza que inspira Zapatero a los españoles, un descenso acentuado en los últimos meses por la gestión del presidente ante la crisis. Así, el 72,3% de los encuestados aseguran tener poca o nula confianza en el líder del PSOE. Los socialistas hallan, no obstante, un pequeño consuelo en el índice de desconfianza que genera Mariano Rajoy, que supera el 80%. Y no es probable que los últimos episodios en el PP, con la guerra abierta por el control de Caja Madrid, hayan hecho mucho por mejorar la fe de los españoles en el líder conservador.

Otro bálsamo para la herida que el barómetro del CIS abre en las carnes socialistas es la valoración que los ciudadanos hacen de los líderes políticos. La nota de Zapatero, un 4,11, no es para tirar cohetes, pero es suficiente para colocar al presidente del Gobierno en cabeza del ránking. Le siguen Rosa Díez (4,08), Josep Antoni Duran Lleida (3,88) y Rajoy, que se sitúa en cuarta posición con un 3,61. También suspenden todos los miembros del Gobierno. Alfredo Pérez Rubalcaba (4,77), Carmen Chacón (4,73) y María Teresa Fernández de la Vega (4, 63) ocupan las tres plazas del podio ministerial.

LA POLITICA COMO PROBLEMA Las bajas calificaciones se corresponden con un aumento del descrédito de la actividad política, hasta el extremo de que "la clase política y los partidos políticos" se han convertido en la cuarta causa de preocupación para los españoles, por encima del terrorismo. Un 13,3% de los encuestados lo citan como motivo de inquietud, lo que supone casi el doble que hace un año. Además, el 5,2% de los españoles citan entre sus principales preocupaciones "la corrupción y el fraude" y el 5% creen que "el Gobierno, los partidos y los políticos" son un problema grave. La encuesta se hizo en pleno caso Gürtel , pero unos días antes del caso Pretoria . El paro (73%) y los "problemas de índole económica" (46,8%) son vistos como principales motivos de preocupación, seguidos por la inmigración (15,1%).