PP y Batasuna fueron las únicas fuerzas que criticaron ayer, desde sus antagónicas posiciones, las declaraciones que el martes realizaron los obispos vascos. Los populares les reclamaron que unificaran su mensaje y hablaran "con una única voz", porque "no se puede estar con Dios y con el diablo a la vez". Para Batasuna, no corresponde a los prelados instar a ETA que pida perdón por el daño causado, sino trabajar por la reconciliación.

La homilía del obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, fue la que despertó más controversia, ya que reclamó "valentía" a ETA para asumir el dolor que ha generado. El PP, a través de su portavoz en el consistorio bilbaíno, Antonio Basagoiti, aseguró que "siempre hay que poner en duda lo que dicen los obispos vascos". Joseba Alvarez, de Batasuna, declaró que esas exigencias a la banda pertenecen a una fase "ya superada".