La suerte del presidente del PP, Mariano Rajoy, no está en juego en función de los próximos retos electorales. O esa es, por lo menos, la declaración de intenciones de los miembros de su dirección, que saben a la perfección que su futuro político está, desde el pasado congreso del PP, muy ligado al líder popular. La portavoz del grupo parlamentario en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, trató ayer de dejar las cosas claras al inicio del nuevo curso político, al considerar que las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco tendrán un único componente autonómico, y que no deben afectar a la credibilidad de Rajoy. "Los resultados afectarán a esas comunidades", concluyó.

Los comicios gallegos se podrían adelantar a este otoño y los de Euskadi están previstos para la primavera del 2009. En las dos citas el PP no tiene unas buenas perspectivas electorales. Pero esos retos deberían ser el termómetro del nuevo partido, al margen de las especificidades de cada uno de ellos. Sáenz de Santamaría insistió en marcar distancias. Y afirmó que, para el PP, las únicas que ofrecen una buena radiografía del mapa electoral en toda España, al margen de las generales, son las elecciones municipales.

El propio Rajoy, en una entrevista en Europa Press, aseguró que él no se presenta ni en Galicia ni en el País Vasco, y que tampoco el PSOE buscaría en Rodríguez Zapatero al responsable de unos supuestos resultados negativos para los socialistas en esas dos comunidades. En todo caso, Sáenz de Santamaría consideró que el congreso del PP habilitó a Rajoy hasta las próximas legislativas, al margen, claro, de la actitud de los sectores críticos, abanderados por la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.

Rajoy estará hoy precisamente en Vigo, donde se reúne con diputados, senadores y dirigentes del PP para evaluar la situación de las infraestructuras en esa comunidad, dejando claro la importancia para el PP de los comicios gallegos. El objetivo es recuperar el gobierno, después de haber perdido, por un solo diputado, la mayoría absoluta en las últimas elecciones. Y el sábado, el PP iniciará el curso político en el castillo de Soutomaior (Pontevedra), con el candidato del PP a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

RUMBO CONCRETO Mientras, los ejes de la oposición del PP al Gobierno no han variado. La posición firme en materia antiterrorista seguirá ahora un rumbo muy concreto. El PP pedirá al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que sea "muy riguroso" a la hora de exigir responsabilidades al portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, que saldrá el próximo sábado de la cárcel tras cumplir su condena por enaltecimiento del terrorismo. Sáenz de Santamaría solicitó a Interior y a la Fiscalía que estén "vigilantes" ante los terroristas que salen de prisión para evitar que vuelvan "a las andadas".

El propósito del PP es aumentar la presión al Gobierno para que impulse más medidas. Su grupo parlamentario trabaja, según la portavoz, "muy intensamente" para proponer en septiembre medidas que refuercen la legislación antiterrorista.