Las últimas encuestas presentan dos rasgos comunes. Uno, desconfianza creciente en los políticos. Dos, una ligera ventaja del PP que parece que se reduce algo. El paro castiga más que Gürtel. Pero la guerra interna del PP, que a veces roza el caos, puede tener consecuencias. Por el contrario, Zapatero sufre un desplome en su credibilidad pero nadie del PSOE discute su liderazgo. Lo más peligroso es que el PP de Madrid, en manos de Esperanza Aguirre desde que desplazó a Pío García Escudero en el 2004, no solo se erige en contrapoder, sino que a veces hace de termita destructora. Me recuerda a Oscar Alzaga contra Adolfo Suárez.

Solo así se entiende que El Mundo, un diario orientado a la derecha (más a Aguirre que a Rajoy), reabra con una encuesta la polémica sobre el liderazgo del PP. Me vuelve a recordar que Aznar se equivocó. Un partido no puede no presentar a su mejor candidato (al PSC le pasó hasta que Maragall luchó por la Generalitat). Y en el 2004 el mejor, para los electores del PP, era Aznar. El segundo, Rato. Rajoy era una pieza fuerte pero solo fue candidato porque Rato tenía demasiada personalidad. Y el error de Aznar (no presentarse y vetar a Rato) lastró toda la campaña electoral (incluida la desfachatez sobre el atentado del 11-M).

Ahora la encuesta de El Mundo lo reabre todo. El diario de centro-derecha pregunta la preferencia por el candidato del PP. Llega primero Gallardón, pero lo sustancial es lo que dicen los electores del PP. Y cinco años después todavía siguen apostando por Rodrigo Rato (27%) seguido, a distancia, de Gallardón (20,3%) y Rajoy (18,9%), y, aún más lejos, de Aguirre (15,8%).

Que el candidato (falta todavía un congreso) sea el tercero entre las preferencias de sus electores no es bueno. Y tampoco que el 45,5% (contra el 42,3%) de sus electores crean que el liderazgo de Rajoy no se consolida en los últimos tiempos. Pero lo más revelador (preocupante para el PP) es que el 64% de sus electores (contra el 21%) consideran que el partido debería celebrar un congreso extraordinario. Los votantes del PP que apuestan por el congreso de emergencia (64%) superan incluso a la media de los votantes (60%).

La guerra interna del PP debería beneficiar a Zapatero, que no tiene alternativa en el PSOE. Pero falta que Zapatero sea más experto en comunicar seriedad y confianza ante la crisis que Rajoy en convencer a la sociedad española de que el PP es un partido serio, de corte europeo y no sectario. La gran ventaja de Zapatero es que Rubalcaba no tiene vocación de Aguirre.

Pero no sé quién lo tiene peor. Otro diario madrileño, Público, dice que la nota que los españoles dan hoy a Rosa Díez supera la de Rajoy y Rodríguez Zapatero. Parece increíble...