El líder de la oposición, Mariano Rajoy, no reconoce errores propios en esta legislatura. Es más: cuando se le demanda que busque algo en el cajón de la autocrítica, solo se reprocha el no haber tenido "la suficiente capacidad" o no haber empleado el "suficiente tiempo" para convencer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que era "absurdo" situar el debate territorial o el diálogo con ETA como ejes de su mandato.

DOS ERRORES "Me hubiera gustado tener más capacidad de convicción, porque esos son los dos errores más importantes de la legislatura", enfatizó un Rajoy que, replicando al balance de Zapatero, sostuvo que reformas como la del Estatuto catalán han "debilitado la idea de España" como nación única e indivisible.

Esa supuesta debilidad nacional, sumada a la negociación con ETA y la "falta" de reformas económicas y medidas en materia de inmigración y seguridad ciudadana evidencian, a su juicio, que el PSOE se ha equivocado al marcar prioridades desde el Ejecutivo. Basándose en este análisis, concluyó que el país se encuentra en una situación "claramente peor" de la que estaba en el 2004, y sacó a colación que ya hay fechas previstas para posibles referendos en Euskadi y Cataluña; que EHAK y ANV continúan en las instituciones; que "hay 600.000 inmigrantes irregulares" más que antes de la regularización impulsada por Zapatero y que las cifras de delitos violentos se han incrementado.

"El futuro puede ser y va a ser mucho mejor", dijo, aseverando que él impulsará un pacto para que todo cambio estatutario necesite del apoyo de los dos partidos mayoritarios. Asimismo, garantizó respeto para la decisión del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, "sea cual sea".

SIN CAMBIAR UNA LINEA En materia antiterrorista, adelantó que piensa recuperar el pacto antiterrorista sin cambiar una línea. "Estoy absolutamente convencido de que cuando yo llegue a la presidencia del Gobierno, habrá un acuerdo en estas dos materias, esté quién esté en el PSOE, que no sé quién estará", agregó.

Rajoy recalcó también que piensa reactivar una economía que se ha "olvidado" de jóvenes, asalariados y pensionistas. Sobre los inmigrantes señaló que "tendrán los mismos derechos y obligaciones que tuvieron los españoles cuando emigraron a Argentina, Suiza, Alemania y otros países" y, en seguridad, avanzó que piensa modificar el Código Penal. Rajoy terminó su rueda de prensa en la sede central del Partido Popular ratificándose en su intención de gobernar únicamente ocho años --"después de ese tiempo las ideas no son ya tan frescas", alegó-- y augurando que, en esta ocasión, los españoles sí le darán la confianza que no logró en el 2004.

Replicó también al balance de la legislatura realizado por Zapatero el coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien afeó a Zapatero que eche "balones fuera sobre errores y asignaturas pendientes", y que haya caído en la autocomplacencia. Por su parte, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran, tachó de "exageradamente" triunfalista la lectura de la legislatura del presidente. A su entender, estos cuatro años han sido "un globo pinchado", pero sin llegar al Apocalipsis Now que, a su juicio, ha dibujado el PP.