La patata caliente de la presunta financiación ilegal del PP vinculada a la trama de corrupción del caso Gürtel no se mueve, de momento, de Valencia. Así lo decidió ayer la cúpula estatal del partido, que anunció que deja en manos del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, la resolución de la crisis en clave interna. Una salida que podría pasar, en formato de purga para frenar males mayores, por la destitución de algún cargo intermedio.

La secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, interpretó el papel de Poncio Pilatos ante la avalancha de preguntas de los periodistas sobre las razones por las que su formación no ha abierto una investigación interna tras la divulgación de un informe policial que concluye que la dirección del PP valenciano organizó una trama de financiación ilegal del partido a través de la empresa Orange Market. De Cospedal repitió que se trata de un "informe policial elevado a la categoría de condena" y, tras mostrar su apoyo incondicional a los afectados, se limitó a expresar su "convencimiento" de que actuarán "convenientemente". Es decir, "de manera libre y contundente".

La dirigente popular evitó hablar de ceses o dimisiones, aunque fue especialmente contundente al negar que hubiera hablado en los últimos días con el número dos del PP valenciano, Ricardo Costa, señalado en la investigación como uno de los principales responsables de la trama. De Cospedal apuntó que la ejecutiva regional del partido tenía previsto reunirse en la tarde de ayer, lo que disparó las alarmas sobre un hipotético adiós de Costa que, finalmente, no se produjo. El Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), sin embargo, no se dio por aludido y su contundencia se redujo a emitir un comunicado en el que reitera que presentará una denuncia contra el informe policial por contener "informaciones sesgadas, intencionadas y sin pruebas" .

El PPCV añadió como únicas medidas que podrían interpretarse como una autocrítica el encargo de un informe sobre sus cuentas a una firma auditora internacional y la petición de que el Tribunal de Cuentas "vuelva a fiscalizar de forma individual" su contabilidad. "Estamos dispuestos a pasar la prueba del algodón como ejercicio de transparencia", dijo el vicesecretario general del PPCV, David Serra. Este exigió que todos los partidos se sometan a examen y reclamó la creación de una comisión de investigación en el Parlamento valenciano donde se escrute también a los socialistas.

ELECCIONES ANTICIPADAS Estos últimos replicaron pidiendo a Camps que disuelva las Cortes valencianas, convoque elecciones anticipadas y presente su renuncia. Una reclamación que centrará el debate de política general que se vivirá hoy en el Parlamento autonómico. "Deben ser los valencianos quienes resuelvan en las urnas la implicación de los populares y de varios altos del Consell en el caso Gürtel ", dijo el secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), Jorge Alarte.