El presidente del PP, Mariano Rajoy, se felicitó ayer en público por la decisión del Gobierno de iniciar los trámites de ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) y de Acción Nacionalista Vasca (ANV). Pero ahí se quedó. No hizo ni una sola concesión más al Ejecutivo porque, bajo su punto de vista, esta iniciativa llega tarde y demuestra que los socialistas han utilizado la ley "a su libre albedrío". Durante su intervención en el IV congreso internacional de víctimas del terrorismo, en Madrid, Rajoy sacó a colación que ha venido pidiendo, "hasta la saciedad", que se dejara fuera de la legalidad a esas fuerzas políticas por entender que estaban vinculadas a ETA.

Bajo su punto de vista, el PSOE se ha negado a dar ese paso hasta ahora por creer que era una condición necesaria para mantener vivo el proceso de paz, pese a que la versión oficial del Ejecutivo recalcaba que "no existían pruebas suficientes" para acudir a los tribunales. "Esto se debía de haber hecho antes. Se ha jugado con la ley y no se ha dicho la verdad a los españoles", apuntó un Rajoy que se declaró "satisfecho" por haber actuado desde "la verdad y la ética" en este asunto.

En este contexto, insistió en que esas organizaciones, que el PP siempre ha considerado brazo político de ETA, nunca debieron llegar a las instituciones de Euskadi. Además, criticó que el Gobierno, en pleno proceso de negociación con la banda, hiciera un ejercicio de "ingeniería legal y política" para recurrir solo una parte de las listas presentadas por ANV en las municipales.

Entonces, los populares llegaron hasta el Tribunal Supremo para solicitar que, por la vía de ejecución de la sentencia que ilegalizó a Batasuna en el 2003, se proscribiese a EHAK y ANV como continuadoras de las actividades ilícitas de Batasuna. Pero el Supremo recordó al PP que solo el Gobierno --a través de la Abogacía del Estado--, y la fiscalía están capacitados por la ley de partidos para demandar ilegalizaciones. Ahora, el jefe de la oposición espera que no sea demasiado tarde para evitar que esas formaciones puedan presentarse a las próximas generales.

VOLUNTAD DE NO NEGOCIAR Rajoy aprovechó su presencia en el foro de víctimas para reprochar a Zapatero que, una vez rota la tregua de ETA, no haya derogado la resolución parlamentaria que da pie al diálogo con la banda terrorista. A continuación, el líder del PP apuntó que su victoria en las urnas el próximo 9-M es "necesaria" para aprobar una nueva iniciativa en el Congreso que deje clara a los etarras la "voluntad inequívoca" de no negociar. "La negociación lleva al fracaso del Estado de derecho, generando además una grave división social y política", enfatizó.