El PP sostiene ahora que la misión militar española en Afganistán "es de guerra" y no humanitaria, a pesar de que los populares apoyaron en el Congreso el envío de tropas a ese país para ayudar a garantizar la seguridad de las elecciones del 18 de septiembre. El portavoz popular en la Comisión de Defensa, Arsenio Fernández de Mesa, dijo que los españoles "participan claramente en misiones de guerra" y que el Gobierno ha "cambiado completamente" las condiciones de la presencia en Afganistán respecto de las que aprobó el Congreso por unanimidad.

EXPLICACION AL PARLAMENTO Esa convicción, expresada días atrás por Eduardo Zaplana de forma menos directa, lleva al PP a exigir que sea José Luis Rodríguez Zapatero quien comparezca en el Congreso, ya que fue el presidente quien pidió al pleno apoyo para mandar soldados a Afganistán. Fernández de Mesa se refirió también a un informe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) citado ayer por El Mundo . Exigió al Gobierno que explique en el Congreso si "existe" el informe, que habría avisado de los riesgos en Afganistán, y que "entregue documentación que indica que hay traficantes de opio que quieren impedir vuelos militares en la zona y está habiendo contrabando de misiles de Irán a la región".

La responsable de relaciones internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, reconoció que estas operaciones de paz "conllevan riesgos", pero recordó que la misión española obedece a un mandato de la ONU, está respaldada por el Congreso y destinada a garantizar la seguridad de las elecciones afganas.

Nadie en el PSOE se atreve a asegurar que Zapatero rechace comparecer ante el Congreso con motivo del accidente que ha costado la vida a 17 militares españoles destinados en Afganistán. Pero todos coinciden en que las explicaciones del jefe del Ejecutivo serán "innecesarias" tras las exhaustivas que ofrezca el miércoles el ministro José Bono ante la Comisión de Defensa. La decisión corresponde en exclusiva a Zapatero, que ha dado "sobradas muestras" en estos meses de que no pone pegas a acudir ante las Cortes, recuerdan dirigentes socialistas.

RECHAZO A LOS POPULARES Lo que sí tiene claro la dirección del PSOE es que no permitirá que el PP marque "la agenda política" del Ejecutivo. Es seguro, por tanto, que la mayoría del Congreso de los Diputados rechazará en la tarde del miércoles la petición del PP de celebrar un pleno extraordinario para que acuda el presidente a explicar lo mismo que Bono habrá contado por la mañana, que se descarta cualquier hipótesis diferente de un accidente. Los populares exigen que ese pleno se celebre antes de que comience el periodo de sesiones, es decir, entre los días 25 y 31 de agosto. Una urgencia que el PSOE juzga desproporcionada.

Izquierda Unida y el Grupo Mixto no presentarán finalmente en la Diputación Permanente --órgano que sustituye al pleno del Congreso en las vacaciones-- petición alguna para que comparezca el presidente, aunque no descartan solicitarlo una semana después, cuando se reanude el periodo normal de sesiones.

VISITAS AL HOSPITAL Zapatero acudió ayer por la tarde al hospital Gómez Ulla de Madrid a visitar las capillas ardientes de los 17 militares fallecidos. Allí habló con los familiares. El líder del PP, Mariano Rajoy, que el pasado jueves no acudió al acto de recibimiento de los féretros y los heridos en Getafe, también hizo acto de presencia ayer en el hospital, acompañado de Angel Acebes y Eduardo Zaplana.