El número dos del PP, Angel Acebes, y la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, exigieron ayer dimisiones por "las primeras detenciones ilegales por motivos políticos de la España democrática", en alusión al arresto de dos militantes del PP por presuntas agresiones a José Bono. "Esta es la España de José Luis Rodríguez Zapatero, que persigue a sus adversarios políticos", afirmaron los dirigentes del PP. Bono ratificó que fue agredido en la manifestación de la AVT, pero no se pronunció sobre la detención de los afiliados del PP.

Al conocer la sentencia condenatoria de los tres policías, Acebes y Aguirre reclamaron la dimisión del hoy titular de Defensa y entonces de Interior, José Antonio Alonso, por juzgarle "responsable de las detenciones". También exigieron la renuncia del delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, que se produjo poco después. Para abordar este asunto, el PP pedirá que Zapatero acuda a un pleno extraordinario del Congreso y enviará un informe al Europarlamento.

Aguirre convocó a la prensa extranjera para airear esta "muestra del gravísimo deterioro de la democracia". Y aventuró que, de haber sucedido en Gran Bretaña, la del premier Tony Blair solo sería la primera de "una cascada de dimisiones".