El PP montó una nueva bronca parlamentaria durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. En esta ocasión, la excusa fue el caso Bono . Los diputados conservadores exigieron, a gritos, la dimisión del ministro de Defensa, José Antonio Alonso, a quien consideran el responsable político de la detención ilegal de dos de sus militantes porque era el titular de Interior cuando sucedieron los hechos. El presidente de la Cámara, Manuel Marín, amenazó con suspender el pleno.

Nada más empezar la sesión, a las 16.00 horas, estallaron los rumores. Y cuando Paulino Rivero (CC) acabó la primera pregunta al presidente, los diputados del PP iniciaron un pateo que acompañaron con el grito generalizado de la palabra "dimisión", en alusión al ministro Alonso, aunque no estaba presente.

PRIMER AVISO La bronca fue a mayores y Marín empezó llamando la atención a Vicente Martínez-Pujalte, a quien exigió silencio. Pero solo logró aumentar la algarabía. Entonces, dijo: "Lo lamento, o las condiciones normales del debate se mantienen o no continuaremos la sesión. Al Parlamento no se viene a patear. Hay que respetarse".

Los gritos de los populares, algo más puntuales, siguieron y volvieron a estallar cuando Rajoy aprovechó su pregunta sobre la crisis de Bolivia para recriminar a Zapatero la "bochornosa detención condenada por los tribunales". El líder del PP ya había anunciado por la mañana la solicitud de que se constituya una comisión de investigación parlamentaria sobre el caso. Pero volvió a exigir la dimisión de Alonso por la tarde y los suyos se enardecieron de nuevo.

Marín insistió en que pararía el debate y la respuesta fue el grito de un diputado popular que le dijo: "Que venga Constantino Méndez, el dimisionario delegado del Gobierno de Madrid a dirigirlo". "Así no se puede trabajar", sentenció Marín.

Cuando terminó sus tres intervenciones, Zapatero ahondó en lo que había declarado al mediodía, durante la rueda de prensa que ofreció en la Moncloa junto a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Allí elogió a Méndez por haber dado ejemplo con su dimisión y pidió prudencia al PP porque sus gobernantes "nunca conocieron el verbo dimitir". Y avisó: "Ya hablaremos de dimisiones, pero a ver si tienen memoria para recordar, porque no practicaron ni una".

´PRESTIGE´ Y 11-M Varios diputados del PP sostuvieron la exigencia de la dimisión de Alonso en sus intervenciones y el ministro de Industria acabó replicándoles. Criticó que Rajoy no dimitiese por el caso Prestige y que Angel Acebes no lo hiciese tras mentir sobre el 11-M.

La bronca afectó, aunque con menos intensidad, al debate sobre la situación de Bolivia, en el que Rajoy y cinco diputados más del PP presentaron una batería de preguntas al presidente y al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Zapatero, en medio de una enorme tangana, aseguró que las empresas españolas que han invertido en Latinoamérica están recibiendo el apoyo del Gobierno "como nunca hasta ahora".

AYUDAR AL PUEBLO Zapatero añadió que la diferencia entre la política exterior del PP y la del PSOE es que "ustedes han intentado agradar a los fuertes en alusión a los Estados Unidos y nosotros vamos a ayudar al pueblo de Bolivia, que tiene mucha pobreza y muchas necesidades".

Rajoy instó a Zapatero a reunirse con el presidente boliviano Evo Morales en la cumbre que la Unión Europea y América Latina van a celebrar en Viena para exigirle que respete los acuerdos con España y, si no lo hace, "ir a los tribunales".