El pacto del Gobierno con el PNV y Coalición Canaria (CC), que protege a José Luis Rodríguez Zapatero hasta el final de la legislatura y le ahorra esas votaciones de infarto en el Congreso, recibió ayer críticas desde todo el arco parlamentario. La más provocadora, sin duda, la del PP. Esteban González Pons, vicesecretario de comunicación de los conservadores, exigió saber si la izquierda aberzale y ETA también forman parte del acuerdo.

González Pons reclamó que se hagan públicos los detalles de la alianza, para que los ciudadanos puedan comprobar si les va afectar a su bolsillo; si, como dice el PSOE, no se va a romper la caja única de la Seguridad Social, y si la participación electoral de los aberzales y la relación con la banda terrorista también se han incluido en la negociación.

En este asunto, José Antonio Alonso, portavoz del Grupo Socialista y encargado ayer de dar a conocer el pacto en la Cámara baja, aseguró que el PNV y el PSOE no han hablado, "ni por asomo", de terrorismo ni tampoco de la participación de la izquierda aberzale en las elecciones municipales de mayo.

"RUPTURA" DE LA CAJA UNICA Pons ve en el acuerdo del Ejecutivo con el PNV y CC el reflejo de "la situación dramática y crepuscular" de Zapatero, que es capaz, dijo, de pactar con los nacionalistas vascos "la ruptura de la caja única de la Seguridad Social".

El acuerdo también fue criticado, aunque por distintas razones, por CiU y ERC. Así, el portavoz de la federación nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida, advirtió al presidente del Gobierno de que con el pacto asegura su continuidad en el cargo "en términos numéricos", pero no "garantizará" la confianza de los mercados.

"Se veía venir --dijo Duran--. Nosotros no cuestionamos el acuerdo, cuestionamos los presupuestos, porque no generan confianza ni crean ocupación". Por su parte, el portavoz de ERC, Joan Ridao, lamentó que el Ejecutivo haya apostado definitivamente por salir de la crisis con "políticas de centroderecha".