El PP anunció ayer que hará de la negociación con ETA el centro de su labor de oposición en el Congreso y el Senado. Mañana, tanto su líder, Mariano Rajoy, como el secretario general, Angel Acebes, preguntarán sobre la cuestión al presidente del Gobierno y a la vicepresidenta en la sesión de control. El PP opina que José Luis Rodríguez Zapatero ha convertido el proceso de paz en una "seria amenaza" para los españoles y para la integridad territorial, y exige que el jefe del Ejecutivo dé explicaciones en las Cortes sobre "la verdad" de la negociación. Zapatero desveló ayer en la Moncloa que el proceso de paz "discurre" pese a que la kale borroka lo perjudica.

Acebes dio por hecho que el presidente impulsa una negociación con "ETA-Batasuna" sobre "el modelo de Estado, el futuro de los españoles y la ruptura constitucional". Ante tales "cesiones", los populares retomarán el terrorismo como eje de la oposición en las Cortes.

PRINCIPIO DE LEGALIDAD El presidente del Gobierno aprovechó la rueda de prensa conjunta tras reunirse con su homólogo italiano, Romano Prodi, para asegurar que el proceso de paz "discurre", y que ni espera ni deja de esperar otro comunicado de ETA. Zapatero reiteró que la negociación se ajustará al "principio de legalidad", y exigió que cese la violencia callejera para que el diálogo tenga éxito. Zapatero pidió "tiempo" para afrontar un proceso iniciado hace solo seis meses. También se pronunció sobre el proceso Cándido Conde-Pumpido, fiscal general del Estado, quien ofreció cifras para demostrar al PP en el Senado que la labor del ministerio público desde el alto el fuego "no solo no se ha ralentizado, sino que se ha incrementado". El fiscal se enfrentó con el senador del PP Agustín Conde, que pidió su dimisión por ser "el fiscal general del Gobierno" y por "rendirse". Conde-Pumpido replicó malhumorado que su deber es que "no haya más muertos, aunque a algunos se les pueda notar las ganas de que los haya".