Habrá que esperar al lunes, una vez recontados los votos en Galicia, para que el PP vuelva a encontrar razonable el preacuerdo que había adoptado la ponencia que estudia un cambio en el Reglamento del Senado para regular el uso de las lenguas cooficiales. La senadora popular en esa ponencia exigió ayer un "informe del coste económico" que tendrá la traducción, un cálculo que los servicios jurídicos del Senado deberán tener listo para la tarde del lunes, cuando volverá a reunirse la ponencia. "Si conocemos lo que costará al Parlamento Europeo, es lógico que antes de posicionarnos sepamos lo que costará al Senado", explicó ayer Rosa Vindel.

Todos los grupos de la Cámara alta están en principio de acuerdo en que la pluralidad lingüística sólo se materialice en tres ámbitos concretos: la comisión general de las comunidades autónomas, el enunciado de las preguntas al Gobierno en la sesión de control, y los textos no legislativos que publique el Boletín Oficial del Senado.

Si el lunes se materializa el acuerdo definitivo, habrá tiempo para que la reforma del Reglamento se vote en pleno y quede aprobada para entrar en vigor en septiembre.