Desde que la semana pasada la popular Dolores de Cospedal sostuviera que los teléfonos de los dirigentes de su partido están pinchados por el Gobierno, el PSOE no paraba de reclamar que Mariano Rajoy saliera a dar la cara ante la gravedad de la denuncia. De hecho, la socialista Elena Valenciano acusó a Rajoy, ayer por la mañana, de permanecer "tomando cañas en el chiringuito" mientras los suyos se dedican a "poner en jaque" a las instituciones del Estado. Pero, ya por la tarde, la situación dio un giro. El PP anunció que Rajoy abandonará momentáneamente su letargo estival --no estaba previsto hasta el próximo 18 de agosto-- y dará la cara hoy ante la prensa. E insistirá en la teoría de la conspiración.

Su objetivo es solemnizar la denuncia en torno a escuchas ilegales y, sobre todo, poner el grito en el cielo por las formas utilizadas por la policía (con manos esposadas incluidas) para detener y transportar a los detenidos en la operación Espada, donde están implicados militantes del PP de Palma de Mallorca. Además, será complicado que Rajoy se escape de valorar el último avance de la investigación sobre el caso Gürtel : la policía registró ayer la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para buscar documentación sobre los contratos que el equipo de la alcaldesa Rita Barberá --exresponsable de ese organismo municipal-- firmó con los empresarios corruptos.

BARBERA Y LOS BOLSOS Por tanto, Rajoy se pronunciará ante la opinión pública en el momento de máxima tensión entre populares y socialistas, que no paran de debatir sobre el supuesto uso partidista que, unos y otros, podrían estar haciendo de las instituciones. Así, el PSOE aprovechó ayer el registro de la FEMP para sembrar la duda sobre el modo en que la popular Barberá, exresponsable de la federación, dirigió las contrataciones efectuadas desde esta institución. La alcaldesa de Valencia salió de inmediato a defenderse y a intentar desvincularse del caso Gürtel . Es previsible que Rajoy vuelva a echarle hoy un capote, como ya hiciera cuando se publicó la transcripción de una conversación grabada al empresario Alvaro Pérez, alias el Bigotes , en la que contaba a un tercero que estaba comprando un bolso de lujo para regalárselo a la regidora.

LOS GRILLETES Según la tesis de los populares, detrás de todo esto está la larga mano del PSOE y su desmesurado interés en manchar la imagen de los dos políticos con más tirón en las urnas valencianas: Francisco Camps y Rita Barberá.

Sin embargo, fuentes populares subrayaron que si hay un tema en el que Rajoy esté decidido a incidir es en el modo en que han sido detenidos los supuestos implicados en la operación Espada, en Palma, ligada a un hipotético delito de malversación de fondos públicos en la construcción de un velódromo. No será la primera vez que el líder popular se queje en público de que sus cargos son detenidos, por obra y gracia de la fiscalía y de la policía judicial, "con grilletes y cámaras de televisión".

DENUNCIA EN LA UE El vicesecretario popular Javier Arenas ya adelantó ayer que su organización denunciará este asunto ante los tribunales españoles y de la Unión Europea, al igual que el de los pinchazos telefónicos. Arenas dijo ayer en Sevilla que "todo" el PP comparte la denuncia de De Cospedal sobre el supuesto espionaje a sus dirigentes. Pero siempre hay una excepción a toda regla y la popular Montserrat Nebrera optó por desmarcarse de la línea oficial. Por su parte, los socialistas, con el andaluz José Antonio Griñán a la cabeza, exigen respeto a las instituciones del Estado. Y pruebas.