El pasado mayo, el Gobierno anunció la supresión de una de las medidas estrella de su política social: el cheque bebé o, lo que es lo mismo, la ayuda de 2.500 euros a las familias por cada hijo nacido o adoptado. El PP, que en su momento acusó al PSOE de actuar de forma "absolutamente electoralista" --la prestación se aprobó cuatro meses antes de las generales del 2008--, criticó entonces su pérdida. Ahora, cinco meses después, los conservadores reclaman al Gobierno que recupere otra ayuda similar para las familias: 500 euros por niño menor de tres años.

El partido que dirige Mariano Rajoy reivindica el rescate de esta fórmula alternativa del cheque bebe en una proposición no de ley que registrará en el Congreso en la que también afirma que las prestaciones por cada hijo a cargo se han reducido en un 40%. Pero las denuncias no se quedan ahí. Los conservadores sostienen que el Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero no ha tomado medidas para paliar los problemas sociales generados por la crisis económica y que los objetivos del plan nacional de acción para la inclusión social elaborado para el periodo 2008-2010 "no se han cumplido", por lo que exigen que se ponga en marcha otro para el 2011-2013.

El PP basa gran parte de sus afirmaciones en un informe de la Fundación Foessa --creada en 1965 con el impulso de Cáritas-- que revela que la tasa de pobreza ha pasado del 19,3% en el 2007 al 22,7% en el 2009 y que se ha producido un "alarmante" alza del número de hogares que han caído en la exclusión social, ya que en el 2007 eran 2,7 millones y el año pasado alcanzaron los 3,1 millones.