La cumbre autonómica de mañana no será la balsa de aceite en la que José Luis Rodríguez Zapatero pretendía darse un baño de consenso. Las autonomías del PP avanzaron ayer que sólo irán a la conferencia de presidentes por "lealtad al Rey", que los invitará a almorzar. Estas ocho comunidades tensaron la cumbre al anunciar que llevarán una propuesta de declaración final escrita aposta para romper el consenso, pues exaltará la unidad de España y pondrá trabas a las reformas estatutarias.

En una crispada cita, el titular de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, constató ayer que la cumbre no podrá cerrarse con la declaración unánime que deseaba el Gobierno, según manifestó él mismo la pasada semana. Lo impedirá el boicot del PP, que al presentar un texto propio abortará todo posible consenso.

Aún más combativos que en la reunión del 20 de septiembre, ayer los consejeros autonómicos del PP organizaron un verdadero pimpampum contra el ministro, al que asaetearon a reproches. Acusaron a su anfitrión de escatimar datos sobre los temas a tratar en la cumbre, de "fallar en las formas y en el fondo", de haber sido desautorizado por el presidente Zapatero...

CAMBIOS PROPUESTOS El primero en intervenir fue el gallego Alberto Núñez Feijoo, que pidió que la conferencia se pospusiese una semana para preparar mejor sus conclusiones. Como el ministro y varias autonomías lo descartaron, los consejeros del PP exigieron cambiar el orden del día, para que se debatiese sobre el modelo de Estado y no, como propone el Gobierno, sobre la financiación sanitaria y la presencia autonómica en Bruselas.

Sevilla les respondió que, en opinión de Zapatero, la conferencia de presidentes no es el escenario adecuado para hablar de las reformas estatutarias, asunto que remitió al debate autonómico que el Senado celebrará el próximo año. El ministro también avanzó que mañana el presidente detallará el calendario de la reforma constitucional anunciada por el Ejecutivo. Y poco más.

Los consejeros populares, encabezados por el madrileño Ignacio González, no desvelaron sus planes en la reunión. Fue después, ante la prensa, cuando González censuró la "precipitación e improvisación" del Gobierno antes de anunciar que los presidentes autonómicos del PP pondrán sobre la mesa una propuesta de declaración sobre el modelo de Estado. El desplante provocó "malestar y sorpresa" en el Gobierno.

González anticipó que el texto del Partido Popular se basará en la Constitución y en "la defensa del Estado autonómico, la integridad territorial y la garantía de la cohesión entre todos los territorios por principios de igualdad y solidaridad".