El Partido Popular reclamó ayer al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que suspenda el viaje que tiene previsto realizar el martes a Gibraltar --la primera visita oficial del Gobierno español en 300 años-- y no acuda al Peñón hasta que cesen "las amenazas y las agresiones dialécticas" de las autoridades gibraltareñas.

El secretario de política autonómica y local de los populares, Javier Arenas, trasladó esta exigencia al Gobierno durante un acto político en la la localidad almeriense de Vicar, en el que aseguró que la histórica visita "no tiene sentido" y censuró la "permisiva" política del Ejecutivo socialista en el litigio con Gibraltar y el Reino Unido.

El viaje de Moratinos ha estado en el alero hasta prácticamente el último momento a causa del pulso que España y las autoridades gibraltareñas mantienen por la soberanía de las aguas situadas a tres millas del Peñón.

El pasado lunes, el primer ministro de Gibraltar, Peter Caruana, se descolgó exhortando a las embarcaciones que navegan por la aguas en disputa a no atender los requerimientos de la Guardia Civil. El PP cree esas declaraciones una "agresión" ante la que el Gobierno no puede hacer "dejación de funciones".

Moratinos tiene previsto cruzar la verja en coche, evitando así el avión. El aeropuerto de Gibraltar ha sido uno de los principales puntos del contencioso por estar en el istmo que une a la colonia con la península, una franja cuya cesión no fue estipulada en el Tratado de Utrecht (de 1713), por lo que España considera que los británicos la ocupan de firma ilegal.