El delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar, lanzó ayer una clara amenaza a los empresarios vascos, a los que advirtió de que, si se pronuncian a favor del plan Ibarretxe , "tendrán problemas" para vender sus productos en el resto de España. Villar, protagonista de numerosas declaraciones controvertidas, recriminó a la patronal vasca Confebask que prolongue su silencio sobre la propuesta del lendakari. "No hay nada que meditar", les conminó.

La presentación de los actos conmemorativos del día de la Constitución brindó a Villar la oportunidad de cargar contra la propuesta del lendakari Ibarretxe. Enfatizó que el plan es el "precio político" que el PNV "paga" a ETA. Y, además, exigió "valentía" a la hora de manifestarse contra la propuesta, por lo que lamentó que las patronales hayan evitado un pronunciamiento directo y claro.

RECHAZO DE IMAZ Villar vaticinó así "problemas" a quien esté con Ibarretxe. "La gente no se va a quedar con las manos quietas", aseguró el delegado del Gobierno. Esas palabras cosecharon el rechazo del portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, quien aseguró que "lo último" que debe hacer una institución es "amenazar". En velada alusión al chantaje etarra, Jon Imaz recordó que "bastante" padecen ya los empresarios como para añadir "más presiones".

MEDIDA "FASCISTA" La propia Confebask manifestó ayer en un comunicado su "malestar" con el delegado del Gobierno y consideró sus declaraciones como "impropias de un representante institucional".

El PNV, por su parte, también cargó contra el Gobierno central por auspiciar la reforma del Código Penal para permitir penas de cárcel por convocar referendos sin estar facultado para ello, como pretende hacer ahora el lendakari.

El aún presidente del PNV, Xabier Arzalluz, calificó ayer la medida de "fascista". Arzalluz consideró que esa reforma se hace "para eliminar la disidencia política" y la equiparó con el Perú de Fujimori o el fascismo italiano. Xavier Arzalluz aseguró "no temer" la posibilidad de cárcel con la que se amenaza al lendakari Ibarretxe y al presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, por no disolver el grupo de Batasuna.

Atutxa deberá declarar hoy mismo ante el Tribunal Superior de Euskadi por presunta desobediencia al Supremo. El presidente de la Cámara vasca irá acompañado del grupo parlamentario del PNV.