La guerra contra Irak no debe paralizar la vida interna del PP. Con esta premisa, los dirigentes populares intentan arrinconar la mala imagen que se ha labrado la formación por el seguidismo belicista de la Administración de EEUU, para resituar en primer plano la precampaña para las elecciones municipales y autonómicas del 25 mayo.

Hoy, el secretario general del PP, Javier Arenas, inaugurará una reunión con los presidentes y secretarios regionales del partido para "engrasar" la maquinaria electoral, redoblar la movilización y actualizar los mensajes cara a los comicios. Aunque este encuentro de trabajo se celebra a puerta cerrada, las intervenciones de los tres vicesecretarios generales --Rodrigo Rato, Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja-- serán públicas. El PP quiere dar protagonismo a los tres dirigentes mejor colocados para suceder a José María Aznar al frente del partido.

"El conflicto (de Irak) no se ve igual en Madrid que en las ciudades medianas y pequeñas", se comenta en la cúpula del Partido Popular para justificar la reunión con los dirigentes territoriales. Los populares quieren volver a poner en valor la gestión de sus alcaldes y presidentes autonómicos, para frenar el deterioro que le atribuyen las encuestas.

Una vez designados todos los candidatos para las municipales y autonómicas del 25-M, el PP comenzará a diseñar los mensajes para frenar el avance de los socialistas. Los ejes serán atacar al PSOE por su intento de "deslegitimar" al Gobierno ante la nula atención que presta a las movilizaciones ciudadanas, y descalificar a su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero.

ALIANZAS DE LA IZQUIERDA

Los pactos con IU, que en las últimas elecciones municipales arrancaron algunos gobiernos locales al PP, serán argumentados por los populares como ejemplo de una supuesta deriva izquierdista del PSOE.

La dedicación de Aznar al conflicto de Irak ha alterado, en parte, el programa inicialmente previsto. El compromiso del líder del PP de viajar a todos los rincones de España ha quedado en suspenso en tanto no se despeje el panorama internacional. En el aire se encuentra una visita a Bilbao, donde Aznar concurre en el último puesto de la lista municipal.

Desde hace un mes Aznar no preside ningún acto público de su partido. El último fue el 8 de febrero, en Arganda (Madrid), para explicar la subida de las pensiones, pero el conflicto saltó a primer plano cuando un joven, desalojado por la fuerza, gritó "No a la guerra ".