Poco a poco el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, va mostrando a la opinión pública algunas de sus propuestas para hacer frente a la crisis.

Ayer, su grupo en el Congreso registró una proposición de ley para modificar la ley general de comunicación audiovisual a fin de permitir, entre otras posibilidades, la privatización de los entes públicos, especialmente de las televisiones autonómicas.

"RECORTES NECESARIOS" "La crisis económica y los necesarios recortes del gasto público aconsejan dar libertad a las comunidades autónomas sobre la gestión, directa o indirecta, del servicio público de televisión con el fin de optimizar su gestión", se apunta en la propuesta que los conservadores han llevado a las Cortes. La encargada de hacerla pública fue la portavoz popular en la Cámara baja, Soraya Sáenz de Santamaría. "Hay que buscar una mejor y más eficiente gestión de las televisiones", afirmó.

Según la portavoz conservadora, su partido busca con esta iniciativa "mejorar" el funcionamiento de las administraciones, "eliminar" la burocracia y, al mismo tiempo, reducir costes. "Hay que ser respetuosos con el Estado de las autonomías, pero algunas comunidades nos habían puesto de manifiesto el problema que se genera ante la dificultad legal para poder acceder a otras fórmulas de gestión, habida cuenta de la regulación que hay en el sector audiovisual", dijo Sáenz de Santamaría.

Lo cierto es que esta propuesta no ha nacido de forma espontánea en las últimas horas, sino que se terminó de perfilar hace varias semanas, en una comida de trabajo que el presidente del PP mantuvo con sus barones autonómicos y regionales en la sede central del partido.

No obstante, la defensa de la entrada de capital privado en las televisiones autonómicas es atribuible, en origen, al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que ya abogaba por esta vía de conseguir financiación extra cuando era presidente de la comunidad de Madrid.

La que después fue su sucesora en el cargo, Esperanza Aguirre, recogió la propuesta y la ha puesto sobre la mesa en numerosas ocasiones, dados los gastos que acarrea Telemadrid y los numerosos conflictos que ha tenido con su personal.