Entre 1993 y 1999, el último ejercicio que ha fiscalizado el Tribunal de Cuentas, que presiden Ubaldo Nieto, los partidos ingresaron más de 31 millones de euros (5.162,5 millones de pesetas) de fondos opacos. El propio tribunal ha solicitado al Parlamento que se reforme la ley que regula su financiación porque con la actual no puede controlarlos.

Los métodos de financiación, que no son irregulares o ilegales, pero burlan el control del tribunal, son tres: bonos, donativos anónimos y recaudaciones por actos y jornadas.

En ninguno de estos casos el tribunal puede determinar si se cumple el artículo 4 de la ley de financiación de los partidos políticos, que establece que una persona no puede donar a un partido más de 60.101 euros (10 millones de pesetas) al año.

Según la fiscalización, el PP recaudó 4,4 millones de euros (739,7 millones de pesetas) en donativos anónimos y el PNV lo superó con 12,4 millones (2.066,8 millones de pesetas).

LOS METODOS

El tribunal explica que los bonos son aportaciones que se realizan en las oficinas de una entidad bancaria. "Dada la naturaleza anónima de estas aportaciones, no se ha podido comprobar el cumplimiento del límite legal establecido para las aportaciones privadas", apunta el informe. En el caso de los donativos, los nominales se ajustan a la ley, pero los anónimos son alegales porque su regulación no está prevista.

En cuanto a los ingresos por actos y jornadas, el tribunal insiste: "Unicamente se han podido comprobar los correspondientes abonos en los extractos de cuentas bancarias".