El expresidente del Gobierno José María Aznar vuelve a estar de moda en el panorama mediático: bien porque sostiene que el Estado del bienestar es insostenible, bien porque le da por rememorar tiempos pasados y, como hizo el miércoles, reúne a sus ministros de 1996 con la excusa de apoyar al candidato popular a las europeas, Jaime Mayor Oreja. Pero, con la venia del PP, Aznar tiene intención de acaparar más espacio público gracias a la campaña electoral europea y a un plan anticrisis que ha plasmado en un libro y que le devolverá al escaparate político.

Así, el actual responsable máximo de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES, laboratorio de ideas del PP) vuelve a primera línea por deseo expreso de Mayor Oreja. "La lealtad a nuestro pasado reciente es la mejor garantía de futuro y decir que Aznar ha sido el mejor presidente de la democracia es avalar que Mariano Rajoy será un excepcional presidente", afirmó ayer el eurocandidato del PP en un mitin en Madrid. ¿Y qué piensa Rajoy? Deja hacer, pese a que el resurgir de Aznar causa división de opiniones.

LA IMAGEN DE AZNAR Hay populares --sobre todo en la dirección-- que no acaban de entender los réditos que puede sacar el nuevo PP de ofrecer más cancha a Aznar. Especialmente, cuando los sondeos de opinión vaticinan que las europeas le serán favorables, dada la difícil situación en la que se encuentra el Gobierno, falto de apoyos y obligado a capear una crisis en su punto de máxima virulencia.

Otros, sin embargo, interpretan que la actual coyuntura es la que permite, precisamente, obtener beneficio del gancho que aún pueda tener Aznar para movilizar voto de centro-derecha, explotando su imagen de "artífice" del milagro económico español. Y añaden que en este contexto se puede rehabilitar su imagen dañada por la guerra de Irak.

El caso es que Aznar se dejará ver mucho hasta el 7 de junio, día de las elecciones europeas, e impartirá doctrina económica. De hecho, en breve convocará el acto de presentación de su nuevo libro, España puede salir de la crisis , al que acudirá escudado por Mayor Oreja. Una de las recetas que maneja el expresidente, según un informe de FAES que lleva su firma, es la de la "racionalización y reestructuración del modelo autonómico", sin excluir la recuperación de determinadas competencias ya cedidas a las comunidades.

CARRERA DE ESTATUTOS En opinión de Aznar, "desvertebrar" el Estado con una "alocada carrera de nuevos Estatutos" y "segmentar" el mercado nacional son graves errores que habrían agravado la crisis. Asimismo, apuesta por la austeridad en el gasto y el empleo públicos, así como por rebajas de impuestos. Aznar (que sostiene que con él no se hubiera producido una crisis de tal calado) propone reformar el modelo de pensiones y reducir el coste del sistema sanitario, además de "penalizar la falta de honradez empresarial". Y, todo esto, aderezado con una demanda clara de aparcar las negociaciones sobre financiación autonómica; reabrir el debate de la energía nuclear y recuperar el plan hidrológico.

Por tanto, el viejo y el nuevo PP se mezclarán en campaña (aunque no está previsto que Rajoy y Aznar coincidan demasiado), un riesgo que Rajoy asumió tácitamente al hacer a Mayor candidato. Según el exministro de Interior, su partido es un conjunto de "gente decente" donde no hay "duros y blandos, ni halcones y palomas". Con esta filosofía, ha reclamado a todos que se coloquen tras él y le ayuden a ganar en junio y, de paso, le den alas a Rajoy para afrontar con más seguridad el resto de legislatura. Cree que si se aparcan las diferencias internas, el ascenso será más rápido.