Los candidatos del PP a las elecciones autonómicas y municipales del 2011 debían haberse aprobado en septiembre del año pasado, pero Mariano Rajoy congeló la designación pendiente del vía crucis judicial del presidente valenciano, Francisco Camps. Un año después, la situación sigue igual. El destino de Camps está pendiente de los tribunales y el presidente del PP mantiene la espera. El comité ejecutivo nacional del PP celebrado ayer en Santiago de Compostela parecía el marco idóneo para abordar la cuestión, pero el líder conservador dejó claro que no quiere que nadie le marque los tiempos. Los candidatos se aprobarán "cuando lo consideremos oportuno y beneficioso para el interés general", zanjó a preguntas de los periodistas.

En la reunión, que apenas duró una hora, la cúpula del PP se limitó a ordenar los trabajos preparatorios del programa con que el partido acudirá a los comicios y a convocar para este mes una cumbre de alcaldes y presidentes autonómicos para abordar el pago de la deuda con la Administración central.

También se abordó el trabajo de oposición que el PP pretende llevar a cabo en los próximos cuatro meses. Este se basará en la presentación de las 50 medidas que el PP propone para sacar a España de la crisis.

LA SORPRESA Una vez finalizada la reunión, Rajoy mostró su "inquietud" y "sorpresa" por que sean los ministros de Fomento e Interior, José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba, los que estén negociando los presupuestos con el PNV, en vez de la vicepresidenta económica, Elena Salgado. "No sé por qué no lo hace la ministra de Economía. No sé si tiene algo que ver con su situación en el Gobierno o con la situación pasada, presente o futura de esos dos ministros que he citado", concluyó.