El Partido Popular (PP) llevó ayer a la octava asamblea de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) su estrategia de acoso al PSOE por avalar a Pasqual Maragall en su negociación con ERC para el futuro Gobierno catalán. Pese a la bronca desatada por el PP, el socialista Francisco Vázquez se alzó con la presidencia de la entidad, con el apoyo de CiU y la abstención de Esquerra.

Los populares presentaron una moción contra el plan Ibarretxe y a favor de la Constitución como condición indispensable para dar su apoyo a la lista pactada en la madrugada del sábado por todos los partidos, encabezaba el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez.

El empeño del PP chocó con la negativa del PSOE, IU, CiU, ERC, Iniciativa per Catalunya (ICV), Partido Andalucista y Partido Aragonés Regionalista (PAR) a aceptar un texto que, en opinión de estos partidos, se alejaba del perfil municipalista que debía tener la asamblea. Tras consultar con la dirección que encabeza Mariano Rajoy, los representantes del PP en la asamblea presentaron una lista pactada con Coalición Canaria con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como candidata a presidenta.

VENTAJA DE 1.704 VOTOS Finalmente, Vázquez fue elegido nuevo presidente de la FEMP con una ventaja sobre Barberá de 1.704 votos. CiU votó sin entusiasmo al alcalde gallego debido a los planteamientos de éste en contra de mayor autogobierno para Cataluña y País Vasco. ERC se abstuvo tanto con Vázquez como con Barberá por considerar a ambos "reaccionarios". Ambas formaciones tendrán sendos puestos en la ejecutiva y en el comité federal de la organización municipal, a la que se incorporan por primera vez.

El consenso del sábado saltó por los aires a mediodía de ayer cuando los populares recibieron órdenes de la calle Génova --sede central del PP-- de no ceder y anteponer la condena al plan Ibarretxe a la lista única pactada con todos los partidos. Los populares, a la vista de que no lograban una mayoría suficiente, habían defendido esa lista consensuada para lograr entrar en los órganos de gobierno, con Barberá como vicepresidenta.

Durante la noche del sábado al domingo, todos los partidos intentaron convencer al PP de que renunciara a su moción en aras del consenso. Representantes de IU, CiU y ERC argumentaron que ellos también habían cedido al ir en una lista con el PP.

Celestino Corbacho, alcalde de la localidad barcelonesa de L´Hospitalet, que ocupará una vicepresidencia, criticó al PP por la "utilización permanente de la unidad de España con fines desestabilizadores". Destacó que la "pluralidad territorial y política" de la FEMP es una "realidad" que implica "dosis de responsabilidad para no ahondar en la brecha de la separación". Tanto Corbacho como Vázquez se hicieron la misma pregunta: "¿Qué es más importante, que CiU y ERC no estén o que se integren para trabajar en la Federación?".

La coordinadora de organización del PP, Ana Mato, achacó al PSOE la ruptura del consenso y calificó la actitud de los socialistas de "indecencia política". Mato atribuyó a las "deudas políticas" de José Luis Rodríguez Zapatero tras las elecciones catalanas, el interés del partido socialista de integrar en la cúpula de la FEMP a CiU y Esquerra.

ACUSACIONES En línea con Rajoy, Mato acusó a Zapatero de renunciar a sus principios por una "parcela de poder" cara al próximo Ejecutivo catalán. También Barberá, tras salir derrotada, censuró que el PSOE hubiera "antepuesto" sus intereses electorales en Cataluña. En su discurso tras ser elegido, Vázquez replicó al PP que la nueva directiva de la FEMP "no recibe de nadie lecciones de patriotismo y de compromiso con la Constitución y con España".