Si en Jerusalén los reproches a la Administración de Barack Obama ocuparon buena parte de su discurso ante el Consejo Mundial Judío, en Washington han quedado relegados a los turnos de preguntas. El expresidente del Gobierno, José María Aznar, que lleva desde el martes presentando en la capital estadounidense el lobi proisraelí que encabeza, acusó al Gobierno de EEUU de alejarse del apoyo incondicional a Israel mostrado por sus antecesores y de transmitir la "percepción" de que el Estado judío es el problema en Oriente Próximo. La prensa israelí reproduce con detalle las opiniones de Aznar, convertido por estos medios en el mejor adalid para su causa.

El exlíder del PP presentó su iniciativa Amigos de Israel en un desayuno de trabajo con congresistas y senadores norteamericanos y en una conferencia ante el Consejo de Relaciones Exteriores, un influyente think tank de Washington, integrado por neoconservadores de renombre. Sin mencionar el nombre de Obama, Aznar le acusó de distanciarse de la línea de sus predecesores. "Todos ellos apoyaron incondicionalmente a Israel. Esta Administración le ofrece un apoyo condicionado", dijo en respuesta a una pregunta del Jerusalem Post .

CRITICAS El presidente de la FAES eludió la dureza de algunas críticas lanzadas contra Obama a principios de mes en Jerusalén, donde le acusó de desdeñar las amenazas que, a su juicio, se ciernen sobre Occidente y de abrazar a los enemigos de EEUU. Ante el Consejo de Relaciones Exteriores, adonde acudió con el expresidente peruano Alejandro Toledo, dijo que, bajo su liderazgo, EEUU podría querer dejar de ser "el sheriff de la situación".

Aznar y su iniciativa Amigos de Israel , lanzada a principios de verano en París y Londres, ha hecho suya una de las misiones prioritarias del Gobierno israelí de Binyamin Netanyahu: combatir la deslegitimación de Israel en el mundo. "Occidente ha perdido la claridad moral necesaria para contestar las críticas antisemitas al estado de Israel y para su derecho a vivir en paz dentro de sus fronteras", dijo el miércoles en el Capitolio. Y como hizo en Jerusalén, Aznar señaló a los palestinos como el gran obstáculo del proceso de paz en curso.