La preocupación se ha desatado en Euskadi tras el primer ataque de ETA contra una empresa que trabaja en las obras del tren de alta velocidad de la denominada Y vasca. Aunque su primer ataque en Hernani (Guipúzcoa) el lunes fue de escasa entidad, las amenazas en los últimos comunicados de la banda hacen presagiar que se trata del inicio de una campaña de atentados.

La banda reivindicó la colocación de dos bombas, que sumaban dos kilos de amonal, en excavadoras que trabajan en la construcción de una carretera. La acción provocó la condena de los partidos y la patronal vasca. Las dudas las indujo el Gobierno vasco, que juzgó "exagerado" deducir que el ataque lo motivó el hecho de que la empresa atacada sea concesionaria de obras del tren. Sin embargo, hay precedentes, como la campaña etarra contra la autovía del Leizarán.

El Departamento de Interior abrió ayer expediente disciplinario a los dos ertzainas que estacionaron el lunes en un párking de Barakaldo un vehículo con material explosivo que detonó de manera espontánea. Los agentes llevaban muestras de explosivos usadas para adiestrar a los perros de la unidad canina.