La preocupación por la independencia de Cataluña se ha desplomado en el conjunto de España, según el barómetro de diciembre publicado ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El trabajo de campo se llevó a cabo durante los primeros 10 días de diciembre pasado, en plena campaña electoral del 21-D, aunque antes de la cita con las urnas. Según la encuesta, en un mes cayó del 24,6% al 16,7% el número de españoles que sitúan el conflicto territorial y la posible secesión entre sus tres principales desvelos.

En la anterior encuesta, publicada en noviembre, la inquietud social por el desafío independentista ya bajó ligeramente (del 29% al 24,6%) tras la aplicación del artículo 155 y la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre. La caída supuso entonces pasar del segundo problema al cuarto, por detrás del paro, la corrupción y los partidos políticos.

Y el mes pasado se aceleró la tendencia, de forma que la independencia de Cataluña cayó al quinto lugar, superada por los problemas anteriormente citados y aquellos de índole económica.

Aun así, nunca antes del verano el pulso soberanista se había colocado entre las 10 preocupaciones más importantes. En septiembre, coincidiendo con la convocatoria del referéndum unilateral 1-O, la posible secesión de Cataluña pasó a ser uno de los principales problemas para el 7,8% de los españoles, el triple que en el mes anterior. Y la inquietud se disparó en octubre, cuando el 29% de los encuestados lo situaron entre sus desvelos prioritarios.

Por lo demás, el barómetro del CIS, que no incluye intención de voto, apenas indica cambios en las percepciones de los ciudadanos. El paro sigue encabezando la lista de problemas, para el 66,8% de los españoles. En segundo lugar se sitúa la corrupción (31,7%), seguida de los partidos y la política, que sube ligeramente, del 27% al 28,5%, lo que supone su récord histórico. En cuarto lugar se colocan los problemas de índole económica, que caen del 23,4% al 22,9%.

La encuesta refleja que los partidarios de que las comunidades autónomas tengan más autonomía ha subido dos puntos y medio (del 13,5% al 16%), mientras que ha descendido medio punto quienes quieren que el modelo no experimente cambios (del 37,8% al 38,3%).

Por otra parte, en el 2017 se produjo una muy leve mejora de la percepción ciudadana sobre la situación económica. Si en enero solo la calificaba como buena o muy buena el 4,5%, en diciembre ese porcentaje llegó al 7%. En esos 12 meses cayeron cinco puntos los que descalifican la coyuntura económica (el 58,6% en enero frente al 53,5% en diciembre).

Sin embargo, no se aprecia esa mejora en las perspectivas de los españoles sobre la evolución de la economía para dentro de un año, ya que, si hace 12 meses el 25,9% de los españoles pensaban que iría a mejor, ahora ese porcentaje ha caído al 23,5%.