José Luis Rodríguez Zapatero se disculpó ayer por no haber asistido al Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo celebrado esta semana en Valencia. Ante los organizadores del cónclave, el presidente admitió haber cometido un "error de percepción" al no estimar que su presencia fuera "tan importante", toda vez que, aparte del Príncipe, el Gobierno envió al ministro José Antonio Alonso y al comisionado para las víctimas, Gregorio Peces-Barba.

Este último, presente en la reunión de ayer en la Moncloa, relató que Zapatero pidió a sus interlocutores que juzguen al Gobierno "por los hechos, no por apreciaciones" sobre un eventual proceso de paz que "no ha empezado". Dijo que ese proceso, "si empieza", será "muy largo, serán varios años, pasarán varias legislaturas y tal vez distintos gobiernos", por lo que la política que se decida "será refrendada cada cuatro años" en las urnas. Peces-Barba consideró "enormemente injusto" el tratamiento que se está dando a Zapatero a partir de "elucubraciones".

La ausencia del presidente en el congreso de Valencia centró parte del encuentro de ayer, que duró una hora y media en un clima de tensa cortesía. Fue el director del congreso y exportavoz de Jaime Mayor Oreja, Cayetano González, quien reveló que el presidente pidió "perdón" por no acudir al evento, y que los organizadores le instaron a formalizar sus disculpas "en público". Peces-Barba sólo confirmó que Zapatero confesó que "lo sentía mucho", y un portavoz de la Moncloa aseguró que no habrá, "ni mucho menos", una petición pública de perdón.

"VENCEDORES Y VENCIDOS" En nombre de los colectivos damnificados por ETA compareció ante la prensa Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, quien rechazó que la paz se logre "a cualquier precio" y exigió que al final del proceso haya "vencedores y vencidos".