Al presidente de Malí, Amadou Toumani Touré, se le ha visto más convincente que nunca sobre la resolución del secuestro de los cooperantes catalanes, Alicia Gámez, Pascual Roque y Albert Vilalta, que fueron capturados el 29 de noviembre en la principal carretera de Mauritania y luego trasladados al refugio de Al Qaeda en el Sahel de Malí. "Esperamos que haya muy buenas noticias en los próximos días", aseguró Touré ayer a esta corresponsal poco antes de intervenir en un encuentro de jefes de Estado de la Unión Económica y Monetaria del Oeste Africano (UEMOA).

El dirigente maliense dirigió un mensaje a los familiares de los voluntarios de la Caravana de Barcelona Acció Solidària: "Confiamos plenamente en una solución. Nos preocupa la imagen de nuestro país", manifestó Touré, para quien resulta "prioritario" trasladar al exterior una visión positiva de Malí.

Touré, a pesar de que en los países vecinos surgen voces opuestas al diálogo con Al Qaeda, defendió su estrategia de establecer una comunicación con los terroristas porque "secuestran a extranjeros". "Si no tuviéramos rehenes no conversaríamos con ellos pero, como los hay, estamos obligados a hablar con AQMI. No podemos quedarnos de brazos cruzados, ¿no?", afirmó.

El presidente de Malí reconoció que a la región del Sahel, asolada por el contrabando de armas, el tráfico de seres humanos y de drogas, hay que sumarle ahora "la nueva amenaza que suponen los islamistas", a la que solo se podrá hacer frente si se consigue una "estrecha cooperación" con el resto de los países de la zona.

SALIDA INMINENTE Por el momento, el único país que está haciendo una seria apuesta contra el terrorismo en la banda Sahel-Sahariana es Estados Unidos. "Nos han proporcionado 300 vehículos, armas y uniformes", comentó desde Tumbuctú el coronel Sidi Mohamed, destinado al combate contra Al Qaeda. Este oficial, al mando de un operativo de 120 hombres, capturó a los cuatro islamistas de la cárcel de Kati que el pasado jueves un tribunal de Bamako condenó a nueve meses de prisión. Los reos llevaban más de 10 meses entre rejas y, por tanto, su salida será inminente.

Esta era la exigencia impuesta por Al Qaeda para evitar el asesinato del rehén francés, sobre quien ya no pesa ninguna amenaza de muerte. Al parecer, la liberación de Pierre Camatte --"prevista para los próximos días" según fuentes de la embajada de Francia-- será muy positiva para conseguir la salida del cautiverio de los tres cooperantes miembros de la ONG Barcelona Acció Solidària.