Mariano Rajoy ha pedido a su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que olvide la posibilidad de aliviar a las comunidades más endeudadas con quitas y piense en que su principal objetivo será aprobar un modelo de financiación que los dirigentes del PP puedan vender cara a las elecciones municipales y autonómicas del año que viene.

Ante la amenaza de Albert Rivera en las encuestas, el jefe del Ejecutivo ha encargado a su coordinador general, Fernando Martínez Maillo, que intente aunar en un documento todas las demandas de los políticos populares. Ese informe se le presentará después al PSOE, con el que Rajoy está interesado en ir de la mano en el bipartidismo, cuando le interesa, y frente a los sondeos que demuestran que los naranjas están ganado apoyos entre las filas de PP y PSOE.

Rajoy convocó ayer al almuerzo con los representantes de su partido en todas las comunidades a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y a Montoro para diseñar la agenda política y mostrar iniciativa. La rapidez que se dieron para cerrar el tema de la quita puede buscarse también en Ciudadanos. José Manuel Villegas había advertido de que su partido no vería bien esas ayudas. Mejor evitarse otro enfrentamiento público con su contrincante.

Los populares solo gobiernan en Murcia, por lo que pudo ser más fácil acallar el debate con los barones de Cataluña, Valencia y Baleares. «Si no es una quita tendrá que ser otra cosa», reclamó a la salida el presidente murciano, Fernando López Miras. Maillo no dio pistas de qué medidas se tomarán ante la «lamentable» situación de algunas regiones (en palabras de Rajoy). Fuentes de Hacienda apuntaron que se decidirá algún tipo de «reestructuración», pero sin concretar si sería a través de una rebaja de los tipos de interés o un alargamiento de los plazos de pago.