Mientras prosiguen las quinielas sobre la composición del nuevo Gobierno, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, está también pensando en la renovación de otros cargos de importancia vital para mejorar la gestión de la pasada legislatura. Es el caso de la secretaría de Comunicación, una plaza que hasta ahora ocupaba Fernando Moraleda. Este ya ha anunciado a su equipo que quiere centrarse en su tarea como diputado en el Congreso y, en privado, no descarta presidir alguna comisión parlamentaria. Para sustituir a Moraleda, Zapatero apuesta, a poder ser, por una mujer. De momento no ha decidido quién será, aunque ha pedido a personas de su máxima confianza que le aporten nombres para ocupar dicho cargo. Fuentes de la Moncloa aseguran que se están valorando tanto perfiles periodísticos como políticos.

OBJETIVO: EXPLICARSE MEJOR El Gobierno es consciente de que algunas de sus iniciativas sociales, entre ellas la ley de la dependencia, han pasado más desapercibidas de lo que esperaban y reconoce que el mensaje del Ejecutivo no llega con suficiente claridad. En cambio, el PP consiguió que sus tesis sobre terrorismo y debate territorial condicionaran la agenda mediática. Incluso el expresidente Felipe González, en campaña electoral, reconoció que el Ejecutivo "ha hecho muchas cosas, pero ha faltado la explicación, el discurso. Se ha dejado la iniciativa al PP".

Zapatero confía en que la figura de José Antonio Alonso será fundamental para mejorar la proyección del Ejecutivo. El nuevo portavoz parlamentario tendrá más protagonismo que su antecesor, Diego López Garrido, y no se limitará a replicar al PP. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, aunque públicamente mantiene silencio, quiere seguir siendo la portavoz del Gobierno, aunque Alonso le robe protagonismo.